NIDIA MARIN
Tal vez aun queden algunos fósiles dedicados al “polleo” en México, aunque a estas alturas del siglo XXI aquella actividad realizada en toda América Latina, ciertamente con otros nombres, tuvo su época dorada en México. Pero hoy el declive es evidente y su lugar lo han ocupado grandes organizaciones criminales.
Un artículo de Alejandro Zapata Perogordo me llevó a buscar los temas correspondientes. Y encontré en Redalyc un gran trabajo.
Simón Pedro Izcara Palacios, de la Universidad de Tamaulipas lo investigó en 2015 y con cientos de datos y entrevistas realizó un artículo denominado “Los polleros que engañan a los migrantes: norma o excepción”, el cual fue dado a conocer por la Universidad Autónoma del Estado de México.
Izcara Palacios, asegura que efectuó su investigación de campo en diferentes localidades de Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí, México D.F., Estado de México y Chiapas. Así, entre los meses de abril de 2011 a mayo de 2013 fueron entrevistados 90 polleros.
De acuerdo a su investigación “…el 23% trabajaba única o principalmente para la comunidad migrante; mientras que el 77% proporcionaban migrantes a empleadores estadounidenses. Los entrevistados reclutaban inmigrantes tanto de México como de Centroamérica”, expone en su obra.
Hoy, el trabajo del estudioso nos hace reflexionar en que desde hace 10 años la transición de ser pollero a ser miembro de algún cartel criminal era un hecho.
Al relatar uno de sus diálogos este investigador dice que todos los que aceptaron conversar sobre el asunto, habían sido deportados de Estados Unidos y estaban varados en México, con la experiencia de haber emigrado a Estados Unidos con la ayuda de polleros.
Asegura que el 83% de los entrevistados procedía de Guatemala, y el resto eran originarios de El Salvador, Honduras y Nicaragua.
“Los hombres habían encontrado empleo en diferentes actividades, mientras que todas las mujeres tenían experiencia de haber laborado en la industria de la prostitución”, explica.
El autor señala que “…el discurso que describe a los polleros como criminales sin escrúpulos justifica la férrea política de control fronterizo implementada por Estados Unidos en las áreas cercanas a los mayores núcleos poblacionales y de más fácil accesibilidad, ya que libera a las autoridades de toda responsabilidad por el incremento de muertes de migrantes ocurridas en la frontera”.
Y desde entonces advertía:
“El discurso académico recurrentemente ha achacado las muertes de migrantes a la avaricia de los polleros, quienes los abandonan en lugares desérticos donde sus probabilidades de supervivencia son escasas…”
Hoy, es peor, porque salió a la luz la acción de los cárteles en los recientes hechos en San Luís Potosí y su connivencia con las autoridades estatales y locales.
Antes, efectivamente, había un discurso que el investigador en su trabajo señala como “…dominante que describe a los coyotes como criminales sin escrúpulos”, pero advertía que era sesgado”.
Hace una década que Simón Pedro Izcara Palacios escribió en su trabajo:
“Este discurso distingue la situación actual, caracterizada por la presencia de redes de tráfico de personas operadas por la delincuencia organizada, que abusan y maltratan a los migrantes, de una situación pasada donde los polleros cuidaban a los migrantes. Sin embargo, a mediados del siglo pasado los coyotes no eran definidos en términos muy diferentes a los actuales”.
Pero hoy, como ayer… “Los polleros temen a los cárteles de la droga. Cuando son instados a formar parte de estas organizaciones generalmente declinan la invitación. Benito decía: “Sí me han insinuado algo, pero no trabajo para ellos, sólo les pago lo que me piden de dinero”. Olga afirmaba: “Me habían invitado, pero fui muy clara y les dije que no”. Sin embargo, la mayor parte de los polleros no pueden evadir la invitación de unirse a los cárteles”.
Al final de su trabajo dice:
“En conclusión, los polleros que engañan, roban y abandonan a los migrantes constituyen más una excepción que la norma. La vulnerabilidad de los migrantes irregulares hace que los falsos polleros, algunas autoridades y la delincuencia organizada abusen de ellos”.
Y nosotros consideramos que hay cárteles integrados sólo por polleros…