Jefe de la Banda

En tiempos de Felipe Calderón aseguramos que el verdadero jefe de la mafia era Genaro García Luna y con Enrique Peña Nieto se señaló a Luis Miranda Nava y Luis Videgaray Caso, hoy con un gabinete de floreros y corcholatas, sólo el Ganso aparece como responsable de todos los trastupijes y enjuagues de ropa sucia, pero eso sí, afirma que él no protege a nadie y que es distinto a los demás sin un ápice de corrupción ni ambición.

El caso es que en sexenios pasados si había consecuencias cuando algún hecho de corrupción se hacía público, aunque fuera sólo el cese temporal como le ocurrió a Videgaray Caso, artífice de la ingeniería financiera para transferir miles de millones de pesos a riquezas personales. El otro Luis controlaba los “entres” desde que era secretario de Gobierno del Estado de México.

Pero aquellos, marcados ya como lo que son, son sacados cada vez que se puede para mostrar la corrupción de los neoliberales, de los de antes, de los “otros” que si se corrompían de acuerdo a las versiones del propio profeta cuatrotero.

Además, afirma que de todo eso estaban enterados los respectivos presidentes, que no era posible no saber los negocios millonarios realizados por sus colaboradores.

Pero él impoluto caudillo de Tepetitán, no aplica la misma máxima para él quien tiene un gobierno tan vertical que los encarados de despacho son eso, encargados donde la voz que rifa y manda es sólo la del “señor presidente”. Es decir, nadie se mueve hace o dice si no es con autorización y aun así, corren el riesgo de ser corregidos, desconocidos o “desmentidos”. Algunos con algo de vergüenza, decidieron renunciar para no ser tratados como peleles.

Es decir, quien manda y ordena que se hace, es el machuchón, lo mismo en seguridad donde tiene a la “ternurita” Rosa Isela Rodríguez, en la FGR al multimillonario de los pies fríos y en el bateo libre a los militares a quienes no les niega nada y les da todo.

A todos ellos defiende la chachalaca tabasqueña como también a Ignacio Ovalle Fernández con todo y el saqueo superior a los 15 mil millones de pesos, a Manuel Bartlett Díaz y su enriquecimiento inexplicable y su incapacidad inexcusable que provoca pérdidas millonarias en la CFE. Por cierto, lo de los Segalmex sigue vivo y ahora se buscan casi mil millones de pesos que, de acuerdo con el INAI, los directivos de la paraestatal “invirtieron” en certificados bursátiles y fiduciarios privados, lo cual será motivo de otro rollo.

Ni hablar de quienes dirigieron el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado donde los latrocinios son permanentes y fueron denunciados y documentados por uno de sus muy cercanos, Jaime Cárdenas. Ni qué decir del gasto público donde secretarios de Hacienda decidieron renunciar. Los saqueos del dinero público en las “megaobras” son permanentes y se reflejan en sobregiros tan grandes que triplican el presupuesto originalmente pactado.

En el tema de la dizque nueva “nacionalización de la industria eléctrica”, las cosas están más oscuras pues ahora resulta que la compra de las 12 plantas de ciclo combinado y una eólica a Iberdrola, se comprometió con cargo al dinero de los mexicanos pero para ser adquiridas en calidad de no se sabe qué, por un consorcio cuasiprivado denominado Mexico Infraestructure Partners, algo así como una sociedad de puros cuates, pero ¿De quién?

Asunto este que se pone más interesante pues resulta que el pago de las plantas nuevas o viejas, se haría con el apoyo del Fondo Nacional de Infraestructura, respaldado desde luego por el Banco Nacional de Obras, pero ahora resulta que FONADIN no tiene los suficientes recursos para cubrir los 120 mil millones de pesos que implica la operación.

Es decir que para cubrir la cantidad seguramente tendría que acudir a Banobras para mediante un contrato le preste el dinero, como actualmente lo hace para cubrir los gastos del Tren Maya donde no hay invertido ni un solo peso de la iniciativa privada, aunque hay empresas contratadas para realizar obra mediante el consiguiente pago, contratos que, por cierto, no se conocen del todo como ocurrió con los del aeropuerto de Santa Lucía.

Pero claro, como el caudillo de Tepetitán no protege a nadie más si es evidenciado en actos de corrupción ni menos encubre operaciones oscuras de sus súbditos, aunque sean denunciados, tampoco se siente obligado a explicar el fondo de esta compra que gracias a la investigación de periodistas “comprados” por los neoliberales y oligarcas, van descubriendo tramas tan rústicas que no pueden permanecer incógnitas.

Ahora al igual que a otros sujetos como Zoé Robledo, Manuel Bartlett Jr, sus propio hijos y hermanos que son “muy buenas personas, trabajadoras y decentes (aunque sean unos inútiles, corruptos y voraces), asegura que el aun titular del Instituto Nacional de Migración es intachable y que, si la FGR lo quiere culpar de algo, pues ni modo, pero ya mandó el mensaje a su cómplice Alejandro Gertz Manero: “trátalo bien”.

Más pareciera que si Francisco Garduño Yáñez es llamado a cuentas, sería como parte de la estrategia para “enfriar” el caso y dar alguna respuesta a los reclamos de los gobiernos de los países de conde procedían los 40 migrantes asesinados en una cárcel del INM en Ciudad Juárez, especialmente a El Salvador donde ya de por si no quieren mucho a los mexicanos.

Se sumaría esa acción a la de hacer vocera de la tragedia a Rosa Isela Rodríguez para no contaminar a las corcholatas Marcelo Ebrard o al otro López, el de Gobernación. A esos nadie los toca ni mucho menos, son responsables.

La presencia de un rostro femenino y suave hablar, ayuda mucho a disminuir presión. Y si la titular de Seguridad Pública es usada en esa estrategia mediática, también lo es el impresentable sacerdote Alejandro Solalinde con eso de crear un nuevo consejo para tender los temas migratorios como si con sólo el nombre fuera a cambiar la política migratorio militarizada donde más de 35 mil guardias nacionales hacen el trabajo sucio de corretear, acorralar y encarcelar a quienes se esfuerzan por llegar a la frontera norte en un intento las más de las veces inútil por cruzar a Estados Unidos.