Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Aunque la razón le asistiera, es una petición imposible de cumplir.
Solamente por una razón: el responsable de las políticas migratorias en México es el Presidente de la República.
Es alguien que no entiende de razones y que si le buscan reyerta la encuentran en una viperina lengua que destroza todo solamente con saber de su existencia.
Sin embargo, es válida. Siete y menos vidas, lo valen.
Cindy Portal, viceministra de Diáspora y Movilidad Humana de la Cancillería de El Salvador, hizo esta declaración:
“estamos exigiendo la renuncia de las personas que son responsables de la política migratoria de México”.
En Domingo de Pascua, difícilmente se le escuchará. Bueno, podría ser lunes del infierno y tampoco habría oídos para sus reclamos. El jefe de la banda -presidencial- ante en su finca palenquera; el canciller, nadie sabe a dónde pasó sus vacaciones o si trabaja 16 horas al día. Quizá está en “gira promocional” de su precandidatura. Y el responsable del Gobierno federal, haciendo suplencia por la ausencia de su patrón, se perdió el domingo… bueno, fue más evidente que otros días.
La diplomática salvadoreña fue precisa en sus exigencias: desde el Gobierno salvadoreño -en donde el Nayib Armando Bukele sometió a los Mara Salvatrucha a vivir junto a belbebú por 40 años- “estamos exigiendo que los culpables de este crimen puedan pagar con cárcel, que la Fiscalía (mexicana) haga el trabajo que le corresponde de hacer una investigación exhaustiva”.
Pedir la definición de moral obtendrá la respuesta de: es un árbol que da moras.
Según los otros datos en poder de Cindy Portal, los fallecidos en el incendio ocurrido en la “cárcel” -le llaman Estación Migratoria Temporal- son todos hombres, con edades entre los 35 y 40 años de edad, quienes son originarios de los departamentos de Sonsonate, Chalatenango, La Libertad y San Salvador.
Podrá tener toda la información sobre quiénes de los quemados son salvadoreños. Y sus fichas de identidad. Sabrá que no son Salva… y eso poco le importa al cuasi despedido Francisco Garduño, como otro comino le afecta al vicealmirante que es el jefe de plaza en Ciudad Juárez… jefe de migración, no imagine situaciones diferentes.
Por lo tanto, la solicitud tendrá un sello: ARCHÍVESE.
Como se han archivado las acciones que debieron o deben tomarse en torno al conocido ya como CRIMEN DE ESTADO, no es el primero en este gobierno por supuesto, y durante 8 días ha sido enviado el cajón del silencio mientras el huésped temporal de Palacio Nacional dedica sus mejores “reflexiones” a procesar nuevos escenarios que le quiten de encima el ardiente calor del incendio.
Y no nos referimos a los constantes en la Central de Abasto, ubicada en la Ciudad de México, que administra el gobierno capitalino y su cabeza de poder prefiere andar del tingo al tango para darse a conocer como una política que “trabaja” con eficiencia.
En tanto, el todavía representante de Dios en territorio mexicano, Alejandro Solalinde está en el proceso administrativo para entregar el proyecto final que desaparezca al Instituto Nacional de Migración y nazca otro, en el que no participará el actual comisionado ni tampoco militar o marino alguno.
Así que doña Cindy debe buscar un buen sillón en dónde apoltronarse.
De pie se va a cansar de esperar una respuesta, aunque sea por correo ordinario.
Porque el jefe de la banda -presidencial- tiene fuero y punto.
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