Un portavoz del Departamento de Estado dijo a este sábado que están “monitoreando” las maniobras desplegadas hoy por Pekín en respuesta a la reunión del pasado miércoles en entre la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy., que fue una “escala” y que no hay motivo alguno para que Pekín “reacciones de forma exagerada”.
“Los canales de comunicación con la República Popular China siguen abiertos y les hemos pedido constantemente moderación y que no haya ningún cambio en el ‘statu quo’”, dijo el portavoz.
El Gobierno de Joe Biden confía en que cuenta “con los recursos y capacidades suficientes para garantizar la paz y la estabilidad en la región”, añadió la fuente.
El Ejército chino definió las maniobras como “una seria advertencia” contra “la provocación de las fuerzas separatistas” y una “acción necesaria para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial” de China.
Los ejercicios, anunciados por el Ejército chino este mismo sábado, incluyeron el despliegue de “cohetes, misiles convencionales, navíos y aviones”, recogió la cadena estatal CCTV.
Tsai se reunió con el republicano McCarthy el miércoles pasado en Los Ángeles, donde hizo una parada de regreso a Taiwán tras una gira por Centroamérica.
La situación recuerda a la ocurrida en agosto de 2022, cuando la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, enfureció a Pekín, que respondió con maniobras militares alrededor de la isla a un viaje que describió como “farsa” y “traición deplorable”.
La isla, que Pekín considera una provincia rebelde, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico.