China solicitó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que examine las restricciones impuestas por EEUU a las exportaciones de tecnología, que obstaculizan su capacidad para fabricar chips avanzados, comunicó la cadena de televisión CCTV.
Según la emisora, los representantes chinos comunicaron a la OMC que Japón, los Países Bajos y EEUU deberían informar a la organización de sus planes y acciones posteriores, y la instaron a aumentar la supervisión.
La situación tiene de fondo el endurecimiento por el Gobierno japonés de las restricciones a la exportación de equipos de producción de semiconductores, debido a la creciente preocupación por la seguridad. Las limitaciones que entrarán en vigor en julio abarcan 23 artículos y afectarán a las exportaciones a todos los países, excepto a 42 Estados, que se considera que tienen controles de exportación adecuados. Esta ‘lista blanca’ incluye, por ejemplo, a EEUU, Corea del Sur y Taiwán. Las exportaciones a China y otros países que no figuran en la lista se realizarán mediante un procedimiento más complejo, y cada envío requerirá la aprobación del ministro de Comercio japonés.
El 27 de enero, funcionarios estadounidenses, japoneses y holandeses mantuvieron conversaciones sobre un nuevo conjunto de restricciones destinadas a socavar los intentos de China de establecer una industria nacional de semiconductores. El 8 de marzo, el Gobierno holandés emitió un decreto por el que se establecían limitaciones a las exportaciones de tecnologías correspondientes a China y a los países no pertenecientes al denominado Acuerdo de Wassenaar, un régimen de control de exportaciones cuyos 42 miembros intercambian datos sobre transferencias de bienes de doble uso y armas.
El 7 de octubre de 2022, la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de EEUU elaboró una extensa normativa que prohibía la exportación a China de cualquier semiconductor diseñado para aplicaciones de inteligencia artificial o que se fabrique con herramientas estadounidenses. En agosto de 2022, el presidente del país norteamericano, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para aplicar la ley CHIPS and Science Act, dotada con 280.000 millones de dólares, que incluye más de 52.000 millones de dólares en subvenciones para los fabricantes estadounidenses de semiconductores, en un esfuerzo por contrarrestar lo que considera el creciente peso tecnológico de China.
Además, en octubre, la Administración Biden amplió el control sobre la exportación de tecnologías de semiconductores estadounidenses a 28 empresas chinas para restringir la capacidad de Pekín de fabricar determinados microchips de gama alta utilizados en aplicaciones militares.
A su vez, el Ministerio de Exteriores chino acusó a EEUU de ser «una hegemonía tecnológica» y de intentar controlar la industria mundial de alta tecnología. China afirma que Washington ha estado imponiendo continuamente restricciones a las empresas tecnológicas chinas y lanzando «medidas enérgicas injustificadas» contra ellas, e hizo un llamamiento a todos los países para que rechacen el dominio tecnológico estadounidense y trabajen juntos. Sputnik