ALBERTO F. MENA MALLEN
Conforme avanza este gobierno la ciudadanía conoce el “gandallismo” de muchos de los integrantes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, incluyéndolo porque utiliza el poder -que se agandalló con mentiras- para atacar a sus adversarios, no enemigos como lo reitera cada vez que puede, lo que genera animadversión contra los acusados, incluso mensajes violentos, como sucedió con la quema de una efigie de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña.
Aunque reprobó este hecho llevado a cabo por simpatizantes de Morena, tal vez lo hizo para que disminuyan los comentarios y críticas en el sentido de que es él, quien provoca con sus agrias palabras estas actitudes de sus simpatizantes, que igualmente envían mensajes de odio y de muerte hacia los que no están de acuerdo con las políticas y la forma de gobernar del tabasqueño o contra quienes no se plieguen a sus deseos.
Los gandallas de la 4T siempre buscan su beneficio y no para favorecer a todos los mexicanos como sucedió con las designaciones de los posibles consejeros al INE, -muy cercanos a Morena-, donde quedó la duda de si hicieron trampa o no con los exámenes. El chiste es quedarse con el control de este organismo, para que no haya fraudes, según repiten. Un abuso tras otro.
Como el presidente quiere desaparecer a los organismos autónomos, aprovechó la metida de pata que se dió en el Senado de la República para la designación de dos comisionados para el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), ya que uno fue apoyado por el PAN y el otro por Ricardo Monreal, lo que no le gustó al tabasqueño, por lo cual vetó la designación de ambos y ahora se tienen que designar nuevamente a otros dos miembros.
Pero el tiempo no da para ello, ya que el 31 de marzo de este año, culminará su gestión el comisionado Francisco Javier Acuña Llamas, por lo que se corre el riesgo de no contar con el quorum legal suficiente para que sesione este organismo. Aunque también existen más dudas, ya que se ha dicho que este tipo de acciones fueron consensuadas para que se llegue a la crisis en la que probablemente estará el INAI y ser más fácil su desaparición.
Otro hecho fue el de las cifras de los asistentes a las manifestaciones y sus propósitos, que minimizaron, porque cuando se convocó a la defensa del INE, inmediatamente el presidente, con el pretexto de uno de sus informes, ordenó se reuniera a sus allegados para festejar al líder, mismo que saboreó al pueblo, en vivo y a todo color.
Pero el secretario de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, se voló la barda con las cifras para este evento, al afirmar que habían sido entre 10 y 12 mil ciudadanos que asistieron, cuando la realidad fue otra, misma que se mostró en videos y fotografías, en las redes sociales.
Luego, para la segunda manifestación que se organizó por los ciudadanos, -muy nutrida, por cierto-, inmediatamente el primer mandatario convocó a otra para conmemorar un aniversario más de la expropiación petrolera, pero que tuvo como distintivo el acarreo de morenistas, -se habla de 500 mil-, de todo el país; para taparle el ojo al macho, se informó que los diputados federales apoyarían con los recursos que se erogaron por este motivo, pero hubo videos en redes sociales cuando se les pagan doscientos pesos a los convocados y otros donde se les entrega comida y bebidas. El presidente lo negó categóricamente al afirmar que fueron por su voluntad a este acto.
Además, el presidente destacó que fueron entre 80 mil y 90 mil quienes se reunieron en el Zócalo el 26 de noviembre, cuando hubo más de 250 mil o más, cifras que contrastaron conforme el que las citó, ya que hubo quien calculó hasta 750 mil personas. Por ello se movió este mensaje en redes: “#Morena NO saben contar personas, ¡solo saben contar dinero en cash!”. Solo los votos en la elección presidencial serán los válidos, así que ¡¡para qué pelearse desde ahora por el músculo!!
Un asunto que no presumió el primer mandatario, pero donde se nota el agandalle, fue el de la manifestación de militares en diversas ciudades del país y donde López Obrador los criticó duramente, sobre todo por las palabras de Carlos Gaytán Ochoa, quien afirmó que los integrantes del Ejército fueron formados con valores sólidos que chocan con “las formas con que hoy se conduce al país”.
“Actualmente vivimos en una sociedad polarizada políticamente, porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se sustenta en corrientes pretendidamente de izquierda, que acumularon durante años un gran resentimiento”, dijo el general Gaytán Ochoa.
Hay que destacar que existen videos de militares denunciando las malas condiciones en las que los tienen, aparte de que tienen la consigna de no disparar o enfrentar a los delincuentes, sobre todo a los narcos que andan de parranda por todo el país, matando y agrediendo a la población que no se les pliega a sus intereses, como la leva de jóvenes por todo el territorio nacional.
Igualmente, donde se nota el agandalle es en la ya famosa austeridad, primero republicana y después franciscana, ya que se gasta en promociones al ego del presidente y se deja de darles medicamentos a los enfermos de cáncer, ya que con frecuencia hay denuncias en redes sociales. Más los gastos que se realizan en las obras insignias de este gobierno, donde se presume, por ejemplo, que seremos autosuficientes en combustibles el próximo año, pero que se gasta en los subsidios a las gasolinas para que la inflación no continúe al alza.
Hay preocupación entre la población sobre lo que pueda pasar cuando termine este gobierno, ya que existe la creencia de que habrá graves problemas por las elecciones presidenciales y se considera de que el Peje no querrá dejar el poder a otros grupos políticos por lo que hará trapacería y media con tal de que alguna de sus corcholatas quede en la silla presidencial. Es decir, buscarán agandallarse las elecciones a como dé lugar.
Por eso hay que participar y votar.
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