Un Mensaje para YSQ

Punto de Vista

 

 

Por Jesús Michel Narváez

 

Antaño, las luchas entre liberales y conservadores, llevaron al país a graves enfrentamientos y divisiones. Muchas décadas pasaron para que se entendiera que el poder público no se ejerce para una grupo o sector. Cuando los presidentes protestan el cargo se comprometen a respetar la Constitución y las leyes que de ella emanan y “gobernar para todos los mexicanos”.

Es una obligación. No se trata de un acto meramente protocolar. Es la aceptación del marco jurídico constitucional que rige el destino de la Patria.

Al huésped temporal de Palacio Nacional se le olvidó el compromiso formulado ante “todo el pueblo de México” y desde su ascenso inició una perfidia acción, cuya definición le viene como anillo al dedo: deslealtad o maldad extrema.

Y en lugar de unificar a los mexicanos, de cerrar filas con todos sin distinguido de partido, religión, color o condición económica, aplicó el maniqueísmo y provocó el resurgimiento de resentimientos de aquellos que nada o poco tienen y les despertó la ambición de ser como los que todo tienen y para lograrlo solo hay un camino: desaparecer a los fifís. Conservadores, corruptos, criminales de cuello blanco. 

No entendió ni entiende que el gobierno es temporal. Tiene contrato por 5 años y 10 meses. Y no puede ser recontratado. Se le pagará su bono de retiro, sus tres meses y 20 días por año trabajado. Punto.

Bajo su premisa que, según sus dichos, sus otros datos, primero los pobres, cuyo lema ya “se internacionalizó”, la brújula dejó de funcionarle. Haber admitido que todo es una estrategia política, lo desenmascaró.

El 3 de enero pasado, expresó las siguientes palabras:

“Ayudando a los pobres va uno a la segura porque ya saben que cuando se necesite defender, en este caso la transformación se cuenta con el apoyo de ellos.

“No así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad, entonces no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”, comentó.

Añadió que se debe de gobernar para todos, pero no se puede poner el futuro de un país y la transformación de México en “manos de gente que nada más son leales al dinero”.

Sus palabras anteponen su proyecto personal por encima de la Nación. Los conservadores ponen en riesgo el avance de la 4t. 

¿Eso es gobernador para todos?

Gabriel Boric, el joven presidente de Chile, con apenas 37 años de edad, tiene más claridad de lo que representa un gobierno de cambio y de izquierda.

Hace un par de días reconoció que es “difícil” pero “clave”, una vez que se alcanza el poder, “entender la diferencia entre ser parte de la sociedad civil y ser parte de un Estado en donde respondemos a todo el país, sin responder a intereses particulares”.

Eso no lo ha entendido el “luchador social” que habita en un Palacio Virreinal y no lo rodean los pobres, sino los empleados que tienen 99% de lealtad y 1 % de talento y experiencia. Es el equipo de vítulos marinos que aplauden la desgracia de las mayorías y la tragedia de los pobres.

López debería recordar o aplicar, si no lo sabe, el concepto de Gabriel Boric y las palabras pronunciadas cuando asumió el poder legítimamente.

¿Es mucho pedir?

E-mail; jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

 

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