Bajo la gestión de los servicios de inteligencia occidentales, en Rusia se fomentan sentimientos separatistas y se emprenden intentos intensivos para desestabilizar las regiones, declaró el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev.
Occidente, con EEUU a la cabeza, libra una campaña de desacreditación de Rusia, apuntada a destruir sus valores morales y tradicionales, a formatear la memoria histórica y escindir la sociedad por motivos étnicos, culturales y religiosos, profundizó.
«Las protestas y los sentimientos separatistas se alimentan bajo la supervisión general de los servicios de seguridad extranjeros. Los organizadores de las protestas, utilizando sistemas de mensajería anónimos, Telegram, WhatsApp, realizan intensos intentos de desestabilizar la situación en las regiones rusas», declaró Pátrushev.
Añadió que esta agenda cuenta con el apoyo de ciertas estructuras «pseudopolíticas» extremistas, cuyos líderes desde el extranjero piden un cambio de poder político y la división del país.
De acuerdo con sus palabras, organizaciones no gubernamentales extranjeras sin ánimo de lucro, así como medios de comunicación controlados por Occidente, participan activamente en la manipulación de la conciencia pública.
Los acontecimientos vinculados con la operación militar especial en Ucrania se usan como pretexto para avivar el pánico y minar la confianza de la ciudadanía en los dirigentes del país, se propagan noticias falsas sobre el desarrollo de esta operación. En Internet se lanzan llamamientos a efectuar actos de subversión, a atacar instalaciones militares, sedes administrativas e infraestructura social y de transporte de Rusia, agregó.
Asimismo, el secretario del Consejo de Seguridad ruso subrayó que los países occidentales que suministran armas a Ucrania y la ayudan a planear operaciones de combate son, de hecho, parte del conflicto contra Rusia.
«Estados Unidos y otros países occidentales, al perseguir el objetivo de debilitar a Rusia, arman y proporcionan datos de reconocimiento a Kiev, adiestran a los neonazis y ayudan a planificar operaciones de combate, convirtiéndose, de hecho, en participantes del conflicto. Las perdidas humanas ucranianas no les preocupan», indicó durante una reunión celebrada en Uliánovsk (ciudad del curso medio del Volga).
Pátrushev subrayó que la decisión de lanzar la operación militar especial en Ucrania fue tomada por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, con el fin de garantizar la seguridad del país y defender sus intereses nacionales.
«La liberación de Ucrania del neonazismo constituirá una importante etapa en el afianzamiento de un mundo multipolar, en la recuperación de la estabilidad y el fortalecimiento de la seguridad internacional», afirmó.