Las instituciones bancarias de México cuentan con el margen suficiente para resistir una desaceleración económica este año, también tendrán un efecto limitado ante la situación que atraviesa el sector en Estados Unidos, afirmó Fitch Ratings.
“Los bancos mexicanos tienen suficiente margen para resistir una desaceleración económica en 2023 y la volatilidad del mercado, incluidos los riesgos de alta inflación y tasa de interés. Los riesgos de contagio y los efectos de segundo orden de las recientes quiebras bancarias en Estados Unidos tendrán efectos limitados”, dijo la agencia calificadora.
En un análisis titulado Sistema bancario mexicano, crecimiento de capital y crédito ante desaceleración económica, Fitch planteó que los bancos de mayor tamaño que operan en el país, que son aquellos que atienden a clientes de ingreso medio y alto, así como corporativos y del sector público, ayudarán a contener el deterioro de la calidad de los activos.
La calificadora precisó que, en un escenario base sobre las consecuencias que podrían tener las quiebras de las instituciones de crédito en Estados Unidos no se anticipan grandes salidas de depósitos en la banca nacional, particularmente, en los grandes bancos que aún dependen de los depósitos de corto plazo, mismos que son menos sensibles a las tasas de interés.
“No obstante, los bancos tienen suficiente liquidez para gestionar cualquier salida moderada. Las carteras de valores de los bancos mexicanos tienden a ser a corto plazo y se revalúan rápidamente; por lo tanto, los riesgos de pérdidas no realizadas atribuibles a tasas de interés más altas sobre el valor razonable de los bonos son menores en relación con el mercado de Estados Unidos”, señaló.
Fitch anticipa que la rentabilidad de los bancos mexicanos disminuya en 2023 a medida que se desacelere el crecimiento del crédito y aumenten los cargos por deterioros de préstamos; mientras que la rentabilidad en los bancos pequeños y medianos más concentrados seguirá bajo presión debido a los perfiles comerciales más riesgosos y un mayor costo del crédito.
También espera que los niveles de capitalización reduzcan en 2023 en la medida en que las entidades continúen con el crecimiento de sus negocios y paguen dividendos, junto con menores ganancias.