Poder militar

Yo Campesino

Sedena dispone de 400 mil millones de pesos; controla comunicaciones por tierra y espacio

Miguel A. Rocha Valenci
En fechas recientes vi una película llamada “Nuevo Orden” coproducción México-Francia y escuché la plática de cuatro generales en retiro, hechos que la verdad tienen ligazón y me preocuparon más allá de lo debido si se toma en cuenta lo que ocurre en el país, donde los militares (Sedena) cuentan no sólo con cerca de 400 mil millones de pesos en presupuesto, incluyendo Guardia Nacional más gasto en Tren Maya y Banco del Bienestar.
Pero no sólo eso pues administran en calidad de dueños o concesionarios varios aeropuertos, incluyendo el de Santa Lucía, donde cobran salario y utilidades (cuando las hay) y si no, el gobierno federal a través de Hacienda les manda el dinero como lo hizo para cubrir el pasivo de 231 millones reportado a junio de 2022 más los 37 millones de nómina de esa fecha a lo que va de 2023. Es decir, los militares a quienes se les dejan empresas, no pierden, sólo ganan.
A eso habrá que sumar que el Tren Maya será para ellos y no amortizarán los 365 mil millones de costo de obra acumulado hasta hoy y van a “pagarse” con el usufructo de esa obra pública los salarios del personal que los administre. Claro durante la obra también se les paga adicional a su salario como militares como pasa en Santa Lucía. Será lo mismo con el transístmico.
Por partes: El presupuesto asignado a Sedena para 2023 es de 112 mil millones de pesos más los 68 mil millones destinado a la Guardia Nacional (no se incluye construcción de cuarteles que se cobran aparte) y le otorgaron 143 mil millones para el Tren Maya.
Agréguense los miles de millones para la terminación de las dos mil 700 sucursales del Banco del Bienestar y la salvaguarda de las mismas. Las famosas pipas en que se gastaron cien millones de dólares también son administradas y operadas por personal de Sedena y cada “chofer” cobra entre 16 mil y 20 mil pesos más las escoltas.
Porque los verdes tienen asignada también la custodia del transporte de combustibles, incluyendo unidades móviles, ductos y demás instalaciones, por lo cual cobra, lo mismo por “cuidar” las instalaciones de la CFE.
Y no obstante lo anterior, el huachicoleo creció 70 por ciento en 2022 respecto a 2021. Al día se robaron seis mil 100 barriles diarios durante el año pasado, mientras que en el 21, el promedio fue de tres mil 600 barriles. O sea, fue casi un millón de litros sustraídos ilegalmente de los ductos. Pero no importa, de todos modos, cobran por “seguridad”.
Si seguimos en ese tema de seguridad, no debemos olvidar que a través de la “Guardia Nacional” donde personal militar también “dobletea” nos encontramos que las carreteras están cada vez peor, se dan robos, secuestros y asesinatos con una incidencia superior al 19 por ciento en relación hace dos años y de la criminalidad de la cual se responsabiliza a la Secretaría de Seguridad que no tiene policía, pues con sólo ver el número de asesinatos vemos que llevan un récord con más de 148 mil crímenes en los cuatro años del ganso.
Ya no nos metemos con la Marina donde al menos no tiene tareas de policías o albañiles, pero sí de administradores con un negocio llamado aduanas que se volvieron porosas y pasa de “todo” incluyendo los precursores de fentanilo, metanfetaminas y desde luego lo que llegue de otros “productos” para la delincuencia organizada incluyendo armas.
Pero está claro que los militares de los cuáles hay al menos 350 mil efectivos en calles, oficinas, instalaciones, carreteras, aeropuertos, aduanas, trenes y muy próximamente empresas de aviones, controlan no sólo casi una sexta parte del presupuesto de egresos sino también todas las comunicaciones del país ya sea por aire, mar o tierra incluyendo las microondas y el espionaje del cual parecen tener exclusividad que les otorga el machuchón de Palacio Nacional.
También tienen control con “sus” Bancos, el Banjército y el del Bienestar, lo cual les permite desplegarse por todo el país no necesariamente –como ya se vio arriba- en tareas para salvaguardar a los mexicanos, sino para tener control territorial prácticamente absoluto.
Los generales comentaban en su plática que sólo necesitaban a alguien a modo en el Ejecutivo, que “se sujetara” para seguir haciendo lo que les viniera en gana, aunque no estaban muy conformes con la acumulación de tareas que en nada tienen que ver con la “seguridad nacional”.
Una vez hecho este recuento ya mejor ni les digo lo de la película “Nuevo Orden” donde sólo les pongo una sinopsis: “Es una película de suspenso distópica de arte mexicana-francesa de 2020 escrita, dirigida, producida y editada por Michel Franco.
“La película sigue a una pareja de clase alta en la Ciudad de México cuya boda es invadida por alborotadores en medio de un levantamiento de la clase trabajadora a nivel nacional pero manipulado por la élite militar y gubernamental del país”.

Y bajo ese pretexto se instaura un estado de excepción donde los verdes cometen abusos, secuestros, violaciones, asesinatos, ordenan toques de queda, instalan puntos de revisión y efectúan arrestos en prisiones clandestinas a discreción.

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