El presidente del Episcopado polaco, el arzobispo Stanisław Gądecki, exhortó este jueves a “todas las personas de buena voluntad” para que “no se destruya el legado de Juan Pablo II“.
En un comunicado escrito, el arzobispo pidió a los polacos que “recuerden la bendición que la Providencia les entregó” y no hagan caso a “voces que buscan desacreditarle, de manera sesgada y alejada de los hechos, sin conocer el contexto”
Esta declaración se produce tras la emisión el pasado lunes en la televisión polaca de un reportaje de investigación en el que se mostraban pruebas documentales y testimonios de que Karol Wojtila tuvo conocimiento de varios casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes bajo su jurisdicción cuando era el arzobispo de Cracovia (sur) y optó por ocultarlos.
En su escrito, el presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia asegura que “la Iglesia ha hecho un esfuerzo importante para establecer estructuras y desarrollar procedimientos que garanticen la seguridad de los niños y jóvenes, para castigar adecuadamente a los culpables de delitos sexuales y, sobre todo, para ayudar a las víctimas”.
En relación a los informes de la policía polaca de los tiempos comunistas que señalan a varios sacerdotes como autores de delitos sexuales contra menores y a los que Juan Pablo II encubrió, el arzobispo Gądecki aduce que “ser pastor de la Iglesia en los tiempos en que Polonia formaba parte del bloque soviético significaba afrontar desafíos difíciles.