- Pleno guarda minuto de silencio por las mujeres que han perdido la vida de manera violenta en nuestro país.
Senadoras y senadores de la República refrendaron su compromiso para continuar el trabajo legislativo en favor de los derechos de las mujeres, así como para erradicar la violencia y desigualdad que persiste en su contra.
En la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer”, el Pleno de la Cámara de Senadores guardó un minuto de silencio en memoria de todas las mujeres que perdieron la vida de manera violenta en nuestro país.
Senadoras de los diferentes Grupos Parlamentarios consideraron que hay avances legislativos importantes en la materia; sin embargo, también señalaron que aún existen brechas importantes de desigualdad en los ámbitos social, político, laboral, económico y cultural.
El presidente de la Mesa Directiva, Alejandro Armenta, expresó que se trata de un día para reflexionar sobre el estado que guarda la lucha histórica en la que la sociedad acompaña y debe de acompañar a las mujeres, en un ejercicio de igualdad frente a la ley.
Consideró que es necesario aprovechar las oportunidades para que el derecho de las mujeres se materialice plenamente.
“La Mesa Directiva es solidaria. Ni un paso atrás en las conquistas que las mujeres han generado por el bien de la patria y de nuestra sociedad; que vivan las mujeres de México y del mundo”, expresó.
Nadia Navarro Acevedo del PAN aseguró que este 8 de Marzo, las mujeres se unirán en una sola voz para recordarle al mundo que no se darán por vencidas en la lucha por el reconocimiento de sus derechos, porque “merecemos una vida libre de violencia, libre de barreras y de estereotipos”.
“Una vida segura para nosotros, no es negociable; una vida segura para nosotras no debe pedir permiso, ni solicitar autorización”.
Por su parte, la senadora de Morena, Blanca Estela Piña Gudiño, pidió a las mujeres del mundo que “unan sus fuerzas y sus voces para exigir sus derechos”, al tiempo que dejó en claro que la actual administración ha trabajado en favor de los derechos de este sector, aunque reconoció que aún falta mucho por hacer.
Del PRI, la senadora Nuvia Magdalena Mayorga Delgado asentó que el Senado ha trabajado para hacer reformas en favor de los derechos de las mujeres; sin embargo, afirmó, aún falta mucho por hacer; “contribuyamos a cambiar la historia a través del ejemplo; por el pasado que no olvidamos y por el futuro que anhelamos”.
A su vez, la senadora Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano, sostuvo que reconocer la dignidad de las mujeres conlleva el impulso de una agenda laboral feminista que se oriente a la autonomía para que puedan obtener un trabajo con una retribución justa, así como a combatir la precariedad laboral y la brecha salarial.
Graciela Gaitán Díaz, senadora del PVEM, comentó que en esta legislatura se han realizado reformas de gran trascendencia para encaminar a la sociedad al desarrollo igualitario, reformas como la igualdad salarial y contra la violencia digital, por lo que este trabajo no debe frenarse, “la legislatura de la paridad nos exige continuar en favor de todas las mujeres”.
La senadora del PT, Martha Márquez Alvarado, expresó que, en la mayor parte de la historia, las mujeres fueron invisibles, excluidas, dominadas, “pero hoy tenemos un Congreso paritario, en el que como legisladoras tenemos la responsabilidad y el compromiso de modificar las leyes”, a fin de garantizar los derechos humanos de las mujeres.
En tanto, la senadora Katya Elizabeth Ávila Vázquez, de la bancada del PES, declaró que el movimiento feminista es una lucha anticapitalista y, fundamentalmente, de izquierda; “adelante con la lucha feminista en contra de todo privilegio”.
Por el Grupo Plural, la senadora Nancy De la Sierra Arámburo, reconoció los grandes avances legislativos que se han logrado en el Senado en favor de los derechos de las mujeres; desde el 2019 emprendimos una ruta de trabajo para garantizar la equidad de género en las instituciones públicas.
El senador del PRD, Antonio García Conejo, aplaudió la lucha de las mujeres y dijo “que es tiempo de tomar acciones para que las mujeres dejen de sufrir violencia y generar una política social de Estado, que más allá de populismos, permita oportunidades de desarrollo en lo individual y lo colectivo con reglas objetivas y sin sesgos políticos.