Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Cuando la mentira busca desaparecer la verdad comprobada y se utiliza con el fin de conquistar el voto ciudadano, tendría que ser sancionado quien la difunde y más si lo hace en su cuenta personal de Twitter.
Por desgracia para los mexicanos no existe una regulación que impida publicar mentiras y mostrar el cinismo.
Es el caso de la delincuente -la sanción solamente se la aplica a quien cometió algún delito- texcocana a la que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación multó con 4.5 millones de pesos por haberse comprobado el descuento del 10% en los salarios de los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco, del cual fue presidenta municipal.
Sí, Delfina Gómez Álvarez se quitó la máscara y mostro el verdadero rostro: el del cinismo y la mentira.
“Fue un honor servir a mi amado Texcoco como Presidenta Municipal, mejorando la seguridad de las familias con una policía bien equipada, dignificando nuestras escuelas y reduciendo salarios de altos funcionarios. Así es como se hace un gobierno a favor del Pueblo.
#MaestraDelfina”. (no se le puso ni quito punto o coma alguna). Es mensaje textual).
Si usted como yo pensábamos que lo ocurrido durante su gestión merecía negarle el registro como candidata del inmoral partido oficialista, nos equivocamos de pe a pa.
Protegida por el rey de la mentira, el engaño, la descalificación, la mexiquense que quiere gobernar el estado más poblado del país, es calificada desde el púlpito presidencial como “#una mujer honesta que no roba, no miente y no engaña… vive en la misma casa de toda su vida”. Aunque nunca ha reconocido el huésped temporal de Palacio Nacional, que la sanción impuesta por el TEPJF haya sido “un pecado de juventud”.
Como sí lo hizo con la ministra HP -las copiadoras más exitosas del orbe-, es decir, Yasmín Esquivel Mossa, quien recibió y recibe la protección presidencial para salvaguardarla como una de los 11 integrantes del Pleno de la Corte que, en teoría, “aplican la justicia igualitaria”. A ella sí le justificó el plagio afirmando que “se trató de un error de juventud”. ¡Vaya traspiés de adolescente!
A ella, sin embargo, ya le frenaron sus intenciones de amordazar a la UNAM. La jueza Zúñiga, que le concedió la suspensión definitiva para que el Comité Técnico no avanzara en su dictamen y que los funcionarios de la institución no hicieran declaraciones sobre el caso, reculó y el tema llega al Vigésimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, cuyos magistrados integrantes, habrán de resolver el fondo y, lo más seguro es que le concedan la razón a la UNAM.
Volviendo a Delfina, su proceder deja todo que desear. No solamente le comprobaron la aplicación del diezmo sino que durante su gestión en la SEP dejó sin comprobar o desvío, en su caso, 872 millones de pesos.
La Auditoría Superior de la Federación dio a conocer las observaciones que, por cierto, no se han solventado.
Los mensajes de Delfina Gómez tienen el claro interés de “lavarse la cara” -aunque usara crema exfoliante el tizne ahí seguirá- ante los electores mexiquenses justo antes del inicio formal de la campaña en busca de la gubernatura. Y es que, por lo visto, las encuestas que le dan el triunfo “claro”, son copia de ella: mentirosas
Solamente así se explica que haya acudido al Senado para solicitar el “apoyo” de sus compañeros de partido y bancada yd e paso hiciera la misma petición a diputados federales y locales del oficialismo para que la acompañen en sus mítines.
El jefe de la Banda -presidencial- aceptó haberse reunido con Higinio Martínez y Horacio Duarte, senador y jefe de la campaña respectivamente, en Palacio Nacional y que, en efecto platicaron de temas “importantes” pero nada del Estado de México.
¡Qué se lo crea su abuela!
¿Qué temas tienen importancia y que estén en manos de los responsables de la campaña de Delfina?
Salvo que, Duarte en su papel -secundario- como administrador general de Aduanas, haya encontrado “pruebas irrefutables” de “contrabandos” cometidos por el actual mandatario. O que Martínez, presidente de la Comisión de Defensa en el Senado, esté enterado de algo que ocurre en la Secretaría de la Defensa Nacional y el “presidente no está enteado”.
¡Pamplinas!
Hablaron de la campaña, de los prolegómenos que han hallado y del serio rechazo a la candidata de Morena.
Al final de la jornada, los ciudadanos, los que votarán en las urnas, tendrán la última palabra: aceptan la mentira y el cinismo, o lo rechazan mayoritariamente.
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