El ABC de la Política
*Debilidad del PAN Beneficia el Proyecto de Morena
*¿Cómo Enfrentar al Poderoso? con la Sociedad
GERARDO LAVALLE
A.- Programada o no, la aprehensión, el juicio y el veredicto en el caso de Genaro García Luna tuvo dos efectos irreversibles: el pírrico triunfo de Andrés Manuel López y la horadación en el casco de flotación del PAN.
El huésped temporal de Palacio Nacional se frustró. Su objetivo era que el nombre de Felipe Calderón surgiera de entre los “muy creíbles testigos de la fiscalía” y en base a ello iniciar los procedimientos jurídicos para pedir a España su extradición a México por nexos con grupos criminales. No fue así y el que se mencionó fue el suyo. Amenazó con demandar al abogado que intentó involucrarlo.
No quedó duda cuando, conocido el veredicto del jurado, el señor López “sugirió” al expoderoso policía solicitar convertirse en testigo protegido para que hable de todo lo que sabe de Calderón y Fox.
Su óptica es que con esas declaraciones -que ignora el contenido y solo piensa en ejercer su venganza a plenitud- ayudaría a combatir la corrupción y sería en beneficio del país e incluso del gobierno de Estados Unidos.
Es la muestra de que su objetivo de ventilar públicamente el judicio en sus mañaneras “porque los medios tradicionales no le han dado la importancia necesaria” no era saber si García Luna resultaba o no declarado culpable.
No. Quería que el nombre de quien “me robó la presidencia en 2006” apareciera para “confirmar que estaba enterado de todo lo que hacía su secretario de seguridad”.
Simplemente no hubo mención alguna de su acérrimo enemigo. Sin embargo, no quita el dedo del renglón y espera -seguramente sentado en la Silla del Águila- el milagro que le permita “echar el guante” a quien en España encuentra la protección de la Corona.
B.- Y en el caso del PAN, se quiera o no aceptar, García Luna le produjo un daño difícil de superar. Más aún, cuando no existe forma de desmentir por lo menos parte de lo que se ventiló en el juicio realizado en la Corte de Brooklyn, en la que los criminales mexicanos detenidos tanto en el país como en Estados Unidos, han sido juzgados y declarados culpables, aunque muchos de ellos obtuvieron el beneficio de convertirse en testigos protegidos y con ello aminorar sus sentencias o bien, incluso, cumplirlas en libertad condicional.
Con el hecho de haber trabajado para los dos únicos presidentes de la República, militantes en su tiempo y ahora retirados del partido, el PAN pierde credibilidad, se expone al rechazo al negar que García Luna siquiera haya sido miembro de Acción Nacional y se suma al desprestigio del PRI, cuyo dirigente ha perdido la confianza de sus afiliados.
El panorama podría ser inocuo si se tratara solamente la “virtud” partidista del PAN. El problema es que, junto con el PRI y el PRD forma la coalición Va por México y después de los descubrimientos realizados por Layda Sansores, sobre las actividades presuntamente ilegales de Alejandro Moreno Cárdenas, ahora se suman las acciones criminales de quien durante 12 años participó en tareas de inteligencia y seguridad en nuestro país.
Para el señor Andrés Manuel López es conveniente, le beneficia, que el poco o mucho prestigio de que gozaba el PAN esté en proceso de desaparición y aprovecha todas las herramientas que tiene para exhibir la presunta -no comprobada hasta ahora- corrupción entre quienes se dicen defensores de la democracia, la libertad y las leyes.
Nada fácil el camino que le falta por recorrer a la coalición rumbo a 2024.
C.- Sin la posibilidad de que el PRD asuma el liderazgo de la coalición Va por México, se antoja difícil que, en breve, en meses cuando mucho, logre la recomposición y que los tres institutos limpien sus imágenes y convenzan a los ciudadanos de ser la opción para frenar la destrucción de las instituciones y la democracia.
Ya no es secreto la intención presidencial de perpetuarse en el poder hasta que, como en los matrimonios eclesiásticos, la muerte lo separe de sus ambiciones.
Ante el debilitamiento de los partidos de oposición y los hechos consumados, desde Palacio Nacional se solaza el presidente porque, según su actitud, la calidad moral que posee nadie se la quita.
Claro, no deja de mostrar temores por la posible pérdida en las elecciones de 2024, toda vez que cada día son más las voces y acciones en contra de sus arbitrarias decisiones que, sin embargo, cuentan con el respaldo de los pobres. Al admitir que solamente los que menos tienen y reciben respaldos con dinero público serán los primeros en salir en defensa del proyecto político, sabe que su gobierno no tiene las mayorías que presume.
¿Quién podría hacerle frente al poder casi omnímodo del presidente?
La sociedad deberá participar y con suficiente peso para apoyar al posible candidato de las oposiciones, aunque la debilidad sea manifiesta.
Hay que reconocer, sin embargo, que al perder fuerza “moral” el PAN, el presidente y su partido oficialista, encuentran menos escollos para apoderarse por seis años más del poder político.
Tiempo suficiente para terminar la destrucción del país.