Budapest ha denunciado en varias ocasiones las violaciones de los derechos nacionales de los húngaros étnicos en Ucrania, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tenía que contar con esto, señaló Vladímir Olénchenko, el investigador de Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de Academia de Ciencias de Rusia.
Este problema se agudizó especialmente tras los informes sobre la movilización forzosa de húngaros en la región ucraniana de Transcarpatia y sus numerosas pérdidas en los combates, explicó a Sputnik el investigador principal del Centro de Estudios Europeos.
«Más o menos el mismo panorama se da en los lugares de residencia compacta de los rumanos étnicos en Ucrania. Por ello, [el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría Peter] Szijjarto se puso en contacto con el ministro rumano de Asuntos Exteriores [Bogdán Aurescu] sobre esta cuestión, y al parecer llegaron a un denominador común», señaló Olénchenko.
Obviamente, Budapest y Bucarest continuarán vigilando este tema, y Kiev tendrá que contar con esto, continuó el experto.
Hace hincapié en que ambos países no se contendrán, incluso si la Comisión de Venecia mostrara incomprensión. Se trata del órgano consultivo del Consejo de Europa en materia de derecho constitucional, al que va a acudir el Parlamento del Consejo de Europa.
Añadió que debe entenderse que Hungría y Rumania «no permanecerán pasivas hasta que se anuncie la decisión de la comisión, seguirán tomando medidas para proteger a los húngaros étnicos y a los rumanos étnicos de Ucrania».
«Y el régimen de Zelenski tendrá que aceptarlo: no es temporal, es permanente. Esta cuestión sigue pendiente, y no descarto que tanto Hungría como Rumanía busquen el apoyo de otros miembros de la UE, y posiblemente lo encuentren», indicó el investigador.
El 15 de febrero, el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto anunció que el Parlamento del Consejo de Europa se dirigirá a la Comisión de Venecia sobre la situación de las minorías nacionales en Ucrania a iniciativa de Hungría y Rumanía. Precisó que la decisión estaría lista en julio.
Según informaron los medios locales, en la ciudad de Mukachevo se retiraron las banderas húngaras izadas sobre los establecimientos públicos y despidieron a varios dirigentes de las instituciones húngaras.
La tensión en las relaciones entre Ucrania y Hungría surgió en medio de los debates acerca de la ley ucraniana sobre la educación, que redujo sustancialmente la posibilidad de recibir la enseñanza en el idioma de las minorías étnicas. La ley entró en vigor el 28 de septiembre de 2017.
Szijjarto también había comentado que Budapest sigue bloqueando la reunión ministerial de la comisión Ucrania-OTAN porque no se observa ningún progreso en la solución de los problemas que preocupan a las autoridades húngaras. (Sputnik)