Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Se confesó autodidacta. Era evidente. Los conocimientos profesionales no le alcanzan para destacar por su “brillantez”. Es la opacidad completa. La manipulación. La mentira. La mala negociación. Y todo por ganarle la carrera a su pariente, Alejandro Armenta, rumbo a la candidatura al gobierno de Puebla en 2024.
Se equivoca Ignacio Mier Velazco si estima que limpiando botas presidenciales llegará a cumplir el dorado sueño camotero.
De vergüenza haber impulsado la reforma a la LEY SOBRE DELITOS DE IMPRENTA para castigar “severamente” a quien “injurie al Presidente” y, además, a senadores, ministros, gobernadores, servidores públicos en general.
Es digna de psicoanálisis. Uno pensaría que en un “régimen de libertades”, en donde el señor López ha sido el “presidente más atacado en 100 años”, la piel curtida de un “luchador social”, resistiría, como buen poseedor de piel de lagarto, los “pinchazos” de los periodicazos, las ácidas y sustentadas críticas a sus actos de gobiernos -nadie lo cuestiona en su vida personal, salvo los temas relaciones con las limpiezas a sus familiares-, a sus burdas acusaciones en los monólogos de Palacio Nacional y que tendría la capacidad de responder con argumentos y no con acusaciones sin mostrar pruebas.
Y pareciera que en lo personal, López es creyente de la “libertad” en tanto la misma no le cale hasta el último recodo de su abultado abdomen. Sin embargo, el súbdito que cobra como coordinador de los diputados de Morena, recibe sobresueldo por ser presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, posee medios de comunicación y papelerías en Puebla, aprueba que se presente una iniciativa para reformar la ciada la ley en la que se buscaba -ya está en la congeladora el dictamen- incrementar el valor de las multas por el “sacrilegio” de “injuriar” al presidente de la República.
Ayer mismo, al conocer el tema de que la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, que presidente Alejandro Moreno Cárdenas, sí el mismísimo dirigente nacional del PRI y al parecer ignorado para redactar el dictamen o se hizo el que Dios le llamaba, en el Portal de Misión Política www.misionpolitica.com publicamos que los legisladores pusieron sobre la mesa la inflación y por tanto se hacía necesaria modificar la ley para pasar de pesos a UMA y triplicar el costo por “injuriar” al jefe de la banda, presidencial.
La mañana del miércoles, el huésped temporal de Palacio Nacional se mostró sorprendido. “Y no sabía nada… si la prueban, la veto”.
Palabras tardías. El primer en cuestionar la reforma y advertir en su veto cuando llegara al Senado, fue Ricardo Monreal. Y en las redes sociales se desató un huracán que descalificaba la medida y que una de tal magnitud solamente se aplicaba en países gobernados por tiranos.
Todo un escándalo. Pretender sancionar a todo aquel que a través de un medio de comunicación, sore todo impreso porque la reforma es a la Ley Sobre Delitos de Imprenta, es pasar de la agresión verbal a la del bolsillo. Intimidar, buscaba.
Por supuesto que el bolero de Puebla, no de Ravel, dejó pasar el dictamen y ante la oleada de críticas e incluso la descalificación de su jefe, tomó su cuenta de Twitter para anunciar que el dictamen no subirá al Pleno.
Ello significa que lo mandaron a Palenque y de ahí a Siberia.
Ignacio Mier está hincado y buscando cómo satisfacer el egocentrismo presidencial. No le importa que lo tachen de servil. Simplemente cree, ingenuamente, que satisfaciendo los caprichos presidenciales se le hará la candidatura. Debería preguntar a los poblanos si lo quieren como gobernador y se llevaría la sorpresa.
En fin: la reforma no pasará, lo cual frustra a muchos que ya habían destinado parte de sus riquezas para cubrir las multas por “injuriar” al presidente.
Ya habrá otra oportunidad para gastar con dignidad el dinero.
E-mail: jesusmichelmp@htmail.com, jesusmichelnarvaez266@gmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @msionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.
