Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Poco convincente y con la señal de “obedecer ciegamente al Comandante Supremo”, la exposición del almirante Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina.
Utilizar a las fuerzas armadas para enfrentar al Poder Judicial de la Federación y demostrar que sus palabras se las llevó el viento porque Eolo no creyó eso del “respeto a los demás Poderes de la Unión”, no es sino consecuencia de no haber logrado controlar al Poder Judicial de la Federación y el aderezo lo puso la ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández 24 horas antes de que el marino de más alto rango en estos momentos, atacará abiertamente la independencia de los jueces.
Durante el monólogo matutino del huésped de Palacio Nacional, el almirante levantó la voz y acusó los jueces y ministerios públicos del país generan un problema al hacer su trabajo, porque no conocen la legislación marítima, lo que provoca la liberación de narcotraficantes y de ladrones de combustible.
Ello, expuso, provoca la liberación de narcotraficantes y ladrones. (no mencionó a lis integrantes del crimen organizado que, en funciones de piratas saquean los modernos galeones de vela y motor)
Según sus datos -si el jefe lo hace ¿por qué yo no?-, las “autoridades de justicia liberaron de 2021 a 2023 a 140 presuntos responsables, de un total de 264 detenidos”, sorprendidos flagrancia y relacionados con narcotráfico y robo de combustible en alta mar.
Para que no quedara duda de su crítica y acusación en contra de jueces -de los ministerios público solo los mencionó y después ni Pío dijo- reveló que un juez de distrito -cuyo nombre no hizo público- “ha liberado a 24 personas implicadas en delitos de narcotráfico y tráfico ilícito de combustible”.
Habría que puntualizar sus afirmaciones y sin sacarlas de contexto, que es el argumento oficial para desmentir lo que se publica, señalar que los jueces de distrito, ante quienes deben ser presentados aquellos que cometen delitos del fuero federal, no están obligados a conocer la legislación marina y los ministerios públicos de la federación son omisos, ciertamente, porque tampoco están empapados -no de agua, sino de información- de las leyes con las cuales se conducen los marinos.
Pareciera que la intención es que la Marina-Armada de México, sea la que designe a los jueces -algo que sería inaceptable- que tomen la decisión de encarcelar a los criminales. Hay que recordarle al almirante, por si no lo sabe, que los jueves castrenses, trátese de militares, marinos o guardia civil, se rigen por el Código Penal Militar que, no aplica, a los civiles.
Ahora bien, si lo que se busca es “militarizar el Poder Judicial de la Federación”, no hay que darle singladuras al asunto.
Asalten el Poder Judicial, desaparezca a los jueces, magistrados y ministros y hagan de la justicia el peor chiste de la historia.
Hay que preguntarse si los fiscales que realizan las acusaciones, las presentan con pruebas sólidas que, presumiblemente, habría entregado los encargados de la detención. Porque los jueces juzgan en base a las pruebas. Y que se presenten kilos y kilos de cocaína, precursores, pastillas y marihuana, entre otras drogas y combustible, no se conoce bien a bien cómo las “decomisó” el “personal naval”, como llama la Secretaría a sus cuerpos castrenses.
Lo que se evidenció con la crítica-acusación, es que el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas quiere mostrar a los que reclaman respeto a la Constitución y a la INDEPENDENCIA de los jueces, que no sueñen con ser los que rijan las reglas de la legalidad.
“Porque el derecho no es justicia”.
Las leyes son, le guste o no al aprendiz de Tirano, para aplicarse sin sentimientos encontrados. Porque a los “amigos justicia y gracia” y a los enemigos “justicia a secas”.
¿O no es así, inquilino palaciego?
Y el cierre: tache para el almirante, responsable de la Zona Naval del Pacífico cuando ocurrió la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa.
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