A la Vuelta de la Esquina
IVÁN RUIZ FLORES
No son buenas noticias para 2023. Lamentablemente, debemos de estar en alerta en lo económico.
Sí, ya sabemos el terror que nos causa esa problemática que, desgraciadamente va en aumento. Por ello hay que tomar en cuenta y analizar el estudio realizado por los expertos de México Evalúa denominado “Diez Riesgos y Desventuras del Paquete Económico 2023”.
Lo elaboraron en 2022 tras darse a conocer, evidentemente el mencionado Paquete para el siguiente año.
Dice, por ejemplo, la institución de investigación:
“Es inevitable: la carrera por las elecciones presidenciales de 2024 se acelerará el próximo año (2023). Por ello, el Gobierno busca contar con un presupuesto generoso para ´quedar bien´ con la mayoría de actores, por lo menos en el papel. Para justificar dicho nivel de gasto, la Secretaría de Hacienda estima ingresos optimistas a partir de un crecimiento económico, producción de petróleo e inflación que exceden las expectativas de la mayoría de analistas”.
Además, señala:
“Sin embargo, Hacienda sí sabe, puertas adentro, que sus estimados no se cumplirán. Por eso silenciosamente prevé el mayor endeudamiento como porcentaje del PIB que se ha visto desde 2014, y el mayor déficit público desde 1990. En los primeros años del sexenio se pudo evitar echar mano de un colchón de deuda porque se consumió el 97% del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) (el cual, por cierto, no se restableció, y aunque en este Paquete Económico ya se propone una estrategia de recapitalización, será insuficiente). No obstante, a estas alturas del partido, con una economía que no prende del todo y sin reforma fiscal, ya no hay forma de eludir tal colchón, al tiempo que otro elemento central del discurso oficial también se ‘ajustará’: la austeridad, que va quedando en segundo plano.
A juicio de la institución que encabeza Edna Jaime, “es obvio que el gasto se programó con miras electorales”.
Fundamenta el planteamiento:
“Las Pensiones de Adultos Mayores concentrarán el 35% del gasto en subsidios (todo un récord histórico), y la clasificación geográfica de los recursos será más opaca, lo que facilitará el gasto discrecional y clientelar. La mayoría de los otros programas sociales quedarán estancados o tendrán recortes. Uno de los gastos sacrificados que da más pesar es el orientado a la salud de las personas sin seguridad social: el presupuesto conjunto del Insabi y del IMSS-Bienestar sufrirá un recorte.
Sigue diciendo:
“Además, el Gobierno propone liquidar la reserva del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), que cubre las enfermedades de alto costo como cáncer o VIH/sida, sin explicar en qué la usará y cómo se financiarán estas enfermedades. Otros sacrificados serán los programas con perspectiva de género. De los 11 programas específicos para mujeres dentro del Anexo 13 para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, cuatro tendrán recortes frente a 2022 y nueve caerán frente a 2018”.
El trabajo que consta de 29 páginas fue realizado por los expertos: Jorge Cano, Christopher Cernichiaro, Alberto Pérez y Andrés Pérez, además de Pablo García, Editor y Miguel Cedillo, Editor gráfico. El trabajo contó con el apoyo de The William and Flora Hewlett Foundation.
Ellos señalan:
“Tampoco mejorará el gasto en seguridad pública, lo cual hace evidente lo poco que se toman en cuenta las demandas de los mexicanos a la hora de programar el gasto, pues la seguridad pública es la más sentida de todas. Aunque se apuesta por un incremento de 6.6% frente a 2022, el monto aún está por debajo del gasto promedio observado entre 2012 y 2022.
“Además, la brecha presupuestal entre instituciones de seguridad civiles y militares se incrementará, mientras se mantiene el injustificado abandono al gasto federalizado en seguridad pública. Por desgracia, no hay elementos que nos persuadan de juzgar que la apuesta por ahorcar a las policías civiles para perpetuar la militarización se profundizará en 2023”.
Otros planteamientos de los expertos son:
“Por sector económico sólo Transporte (Tren Maya) y Energía (Pemex) tendrán avances relevantes, mientras que 15 de 25 sectores caerán frente al promedio histórico.
“Finalmente, las dos principales empresas públicas, Pemex y CFE, seguirán siendo un quebradero de cabeza. Por un lado, a Pemex se le seguirá consintiendo, mientras que a CFE se le seguirá relegando. Se estiman 47.2 mmdp en transferencias financieras a la petrolera durante 2023, de parte de la Secretaría de Energía. Este monto, de por sí grande, puede incrementarse a más del doble durante el ejercicio fiscal, a causa de la falta de candados que le permite al Gobierno gastar montos mayores a los aprobados por el Congreso mientras recorta en otras áreas, guiado por sus preferencias.
“Por otro lado, todo está puesto para que CFE cierre en números rojos en 2023, ya que sus estimados operativos son muy optimistas y los subsidios que se le transferirán serán limitados, como lo han sido los últimos años de esta administración”.
Estos especialistas, profundizan cada aspecto en 10 puntos a lo largo del trabajo.
Hoy, todo indica que dieron en el clavo.
¡Ufff!