*Rebasa Pronósticos de Banxico y Analistas
*La Cuesta de Enero, de lo más Pronunciada
*Alimentos, los más Afectados, Revela INEGI
JOEL ARMENDÁRIZ
Mala, muy mala noticia, la proporcionada por el Instituto Nacional y Estadística (INEGI) respecto al incremento de la inflación en la primera quincena de enero.
Se trata de la variación quincenal para un mes de enero más alta desde 2017, cuando ocurrió el ‘gasolinazo’.
El registro del INEGI superó las expectativas de los analistas e instituciones financieras que había estimado que la inflación alcanzaría el 7.90 por ciento y se elevó 4 décimas.
Grave que el mayor incremento de precios afectara alimentos, seguido por bebidas y tabaco.
Esta medición confirma que en la próxima reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México habrá otro incremento en las tasas de referencia de cuando menos 25 puntos base, lo que las pondría en 10.5, una de las más altas en las últimas dos décadas.
¿A qué se debe el avance de la inflación?
Hasta ahora los especialistas en la materia tanto del sector público como del privado, no han atinado a explicar las razones por las cuales el fenómeno que fue importado y considerado como global, esté a la baja en otros países, como es el caso de Estados Unidos y en México actúe en sentido contrario.
Algunas voces han indicado que a la inflación importada se ha sumado la doméstica y se refleja mayormente en alimentos por la baja producción, las altas importaciones de granos y lácteos y el contrabando de México hacía otros países de cárnicos y huevo. Las exportaciones en el sector agropecuario continúan a ritmo ascendente y el ejemplo, aunque temporal, es la venta de aguacate a la Unión Americana que, año con año, se registra por el Superbowl.
A 9 meses de haberse puesto en marcha el Paquete contra la inflación y la carestía (PACIC) y renovado en diciembre pasado, será revisado en estos días o a principio de febrero, según anuncio formulado desde Palacio Nacional la semana pasada.
Los resultados del PACIC no han sido del todo benéficos para los que menos recursos tienen y a pesar de haberse fijado un precio máximo para los 24 productos de la canasta básica en mil 39 pesos, al adquirirlos el costo es superior en casi 11 por ciento.
Quizá se entienda, aunque no se explique, el incremento en la inflación por los registrados en los precios de la gasolina Magna -la que más se consume en todo el país- y el de la energía eléctrica, que muestra el aumento anual de fin de año, cuando más se utiliza el alumbrado en los hogares, en las tiendas departamentales y en estaciones de autobuses, aeropuertos y zonas públicas.
Si bien es verdad que en los hogares se gasta más energía por la colocación de líneas para árboles de navidad y en algunos se utilizan calentadores -hay pocas residencias con calefacción-, los aumentos son mayores a los esperados.
¿FRACASÓ LA POLÍTICA
ANTIINFLACIONARIA?
Desde el gobierno federal se afirma que los subsidios a los energéticos, principalmente gasolinas y diésel, que alcanzaron los 400 mil millones de pesos en 2021-2022, y con ello se evitó el disparo inflacionario, la medición del INEGI -presidido por la exsecretaria de Economía desde el primero de enero de 2022- ha sido apegada a la realidad.
Graciela Márquez Colín de quien se dudaba aplicara las reglas de medición perfeccionadas durante la última década, la actividad del organismo mantiene su autonomía y no ha cedido a presiones gubernamentales.
En varias ocasiones el presidente de la República se ha referido a las acciones del Banxico y el INEGI de manera despectiva y en desacuerdo con las medidas que toma.
Llegó a mostrar su molestia por las alzas en las tasas de referencia aprobadas por la Junta de Gobierno del Banco de México al señalar que los bancos centrales no controlan la inflación con subir intereses y cuestionó que la política monetaria mexicana siga los pasaos de la Reserva Federal de Estados Unidos (fed). Sin embargo, en la segunda de enero, reconoció el actuar del organismo autónomo, porque ha actuado correctamente.
Y a pesar del optimismo presidencial y de su secretario de Hacienda en torno al control de la inflación que, en algún momento permitió al Ejecutivo festinar que Estados Unidos registraba un alza mayor en la inflación, al finalizar el a{o e iniciar el nuevo, en el país del norte bajaba y en México aumentaba.
Los índices del INEGI muestran que la política antiinflacionaria no ha sido atinada y que todavía durante el primer semestre de 2023 habrá incrementos y hacia el final del año es probable que se logre una cifra de entre 4 y 6 por ciento, aún fuera del rango estimado por el Banco de México.
Por ello, se espera que en la revisión del PACIC se adopten nuevas y eficientes medidas.
De lo contrario, el fantasma del control de precios seguirá paseándose por los entornos económicos del país.