Los Dados de Dios
*Hoy, Suman cuatro ex Presidentes Radicados en Otro País: Salinas, Zedillo, Calderón y Peña
NIDIA MARIN
Como escribió el General Cárdenas en sus apuntes tras ordenar el exilio de Plutarco Elías Calles y otros políticos que le colocaron piedras, rocas y bombazos en el camino como Presidente de la República:
“Los que pasan por la primera magistratura del país no deben aspirar a representar mayor autoridad política que el que tiene constitucionalmente la responsabilidad presidencial”.
Y dice el dicho: “Te lo digo Juan para que lo entiendas Pedro”, porque sólo faltan 21 meses para que concluya el actual sexenio y las intenciones de continuar como el poder tras el trono de cualquier corcholata propia o ajena son evidentes.
Sí, porque de acuerdo con la reforma a la ley del 10 de febrero de 2014:
“Artículo 83. El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de octubre y durará en él seis años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”.
Sí, en este caso el sexenio dejó de ser de seis años, es un poco menos. ¿Habrá aceptación o rechazo? Es un enigma hasta ahora, aunque hay indicios de intenciones de permanencia, vía el corcholatazo.
Y de ser así…
¿El actual ocupante de Palacio Nacional será candidato… al exilio?
Hasta ahora no hay nada escrito, pero como explican sus opositores:
“La Chingada no está suficientemente lejos de Palacio Nacional y en cambio las tentaciones estarán no sólo a la orden del día, sino montadas en el Tren Maya y en cualquier burro que se deje”.
La preocupación se desborda conforme pasan los días. Hay razón, inclusive para elucubrar en la posibilidad de que radique en otro país con todo y su equipo familiar.
Y es que, efectivamente, México tiene todo un tratado sobre los expresidentes en las materias de exilio o destierro y de autoexilio. Son escasos los que en la historia presidencial mexicana han permanecido en el país, tras su mandato, sea de cuatro años, sexenal o disfrazado.
MÉXICO, SEGUNDO SITIO EN
DESTIERRO EN LATIONOAMERICA
En un trabajo realizado por Luis Roniger denominado “Exilio Político y Democracia”, publicado en América Latina Hoy, de la Universidad de Salamanca, se expone que hasta 2010 México había tenido 26 presidente exiliados, ocupando el segundo lugar en Latinoamérica. Hasta aquel año el país que encabezaba era Bolivia, con 28. El tercer lugar lo tenía Venezuela, con 25; cuarto, Perú, con 24 y quinto, Ecuador, con 23; y sexto Haití, con 17.
Hoy, (decimos nosotros) en el autoexilio sumarían dos ex presidentes mexicanos más: Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto que radican en otro país, sea en Europa (España) o en Estados Unidos. También anda por allá Carlos Salinas de quien como las olas del mar va y viene constantemente.
De acuerdo con el estudioso:
“Un análisis estadístico de jefes de Estado latinoamericanos en el largo plazo muestra una clara diferencia en la asociación entre el número de casos de exilio y el promedio de duración de los mandatos en los siglos XIX y XX. En el siglo XIX, las presidencias más cortas se asocian a un mayor número de exilio postpresidencial y plazos más largos están asociados con un menor número de exilios presidenciales. En el siglo XX, la duración media de los términos no está asociada con el número de casos de exilio postpresidencial”.
En el caso mexicano, pues, se observa que a lo largo de su historia ha habido destierros y autoexilios. Un ejemplo socorrido es el de 10 de abril de 1936 cuando sale exiliado del país el general Plutarco Elías Calles acompañado de Luis N. Morones, Luis L. León y Melchor Ortega.
Si, porque el día anterior, el 9 de abril, dice la historia el general Rafael Navarro Cortina, comandante de las Fuerzas Militares del Distrito Federal, fue el encargado de notificar a Plutarco Elías Calles su salida del país, en un avión que lo llevaría el día siguiente a Brownsville, Texas.
También fueron arrestados los tres civiles que lo acompañarían Morones, León y Ortega.
La costumbre del destierro o del autoexilio de los mandatarios mexicanos viene de lejos. Desde Manuel Gómez Pedraza que disfrutó cuatro años de Francia y Nueva Orleáns, por ejemplo.
Otros desterrados fueron: Valentín Gómez Farías, Mariano Paredes Arrillaga, otro Mariano, en este caso Arista. Además: Miguel Barragán, Nicolás Bravo, Anastasio Bustamante y Juan Bautista Cevallos.
Casos muy aparte serían aquellos a los que obligaron a irse o se morían: el necio de López de Santana dos veces, una hacia Cuba y otra hacia Colombia y se salvó de milagro. Años más tarde Victoriano Huerta, quien se va primero a Europa y después a Estados Unidos.
También obligados a emigrar fueron: Roque González Garza, Eulalio Gutiérrez, Francisco Lagos Cházaro, Adolfo de la Huerta, Porfirio Díaz que murió en Francia; y Lerdo de Tejada que se tuvo que ir a Nueva York.
Autoexiliados estuvieron: Rómulo Díaz Vega, Ignacio Comonfort, Benito Juárez, Félix María Zuloaga, José María Iglesias, Miguel Miramón, Pascual Ortiz Rubio, José López Portillo (en Europa) y Ernesto Zedillo Ponce de León, en Estados Unidos.
Hubo también disfraces de autoexilio: Gustavo Díaz Ordaz, como embajador en España; Luís Echeverría, como embajador en Australia; y Carlos Salinas de Gortari, de visita en Estados Unidos, Cuba y Canadá.
Ciertamente como ha escrito el investigador Roniger:
“En verdad, la dinámica de exilio ha cambiado mucho desde las décadas de 1970 y 1980 y la exclusión institucionalizada ya no está de moda ni se practica a gran escala. Sin embargo, una serie de factores como la falta de seguridad personal y colectiva; la falta de tolerancia frente a opositores políticos y actores sociales críticos de la administración de turno; y la espiral de la polarización de la retórica pública destinada a deslegitimizar a los enemigos políticos crean las condiciones que siguen generando exilio”.
Actualmente hay cuatro ex presidentes de México que radican en otro país: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
En nuestro país, ya falta menos para saber si regresan los viajeros o suman a la larga lista otro desterrado o autoexiliado.