Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Tratar de entender a nuestro gobierno y al resto de los 33 países que forman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (Celac), parece un rompecabezas que un iluminado podría dilucidar. ¡Qué difícil es penetrar en las mentes -perversas o no- de quienes buscan ser “líderes” de la región sin haber pasado la prueba del ácido: el apoyo popular, el real, ¡no el de las encuestas “internacionales” que colocan al que mejor paga en los primeros lugares!
La VII Cumbre, celebrada en Buenos Aires y en donde el presidente Alberto Fernández entregó la presidencia del organismo a Ralph Everard Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas desde 2001, es decir, desde hace 22 años, todo un ¡demócrata!, amigo personal de Daniel Ortega y a quien en La Habana lo conocen como el “Camarada Ralph” o “Mini Castro”, identidades que también le aplican en el Kremlin, muestra que la fantasía de que la Celac se convierta en el contrapeso de la OEA es eso: una fantasía.
En la reunión se habló de democracia, de libertades, de respetar el voto de los ciudadanos, de entender a la gente y escucharla. No son sino palabras. Se pretende construir un edificio que carece de cálculos estructurales y se erigen columnas con varillas que no resisten el peso del concreto, se le pegan tabiques sin observar que la plomada caiga en línea recta y cada albañil considera ser “maestro de obra” e ignora a los ingenieros y arquitectos.
Everard Gonsalves tiene 76 años. Es marxista que se doctoró en Administración Pública de la ¡Universidad de Manchester!
Como buen demócrata, tiene en el ministerio de Finanzas, Planificación Económica y Tecnología Informática, a uno de sus hijos que cuenta con 50 años de edad. Dicen las informaciones que quienes frecuentan al “Camarada Ralph” aseguran que Camillo será su sucesor en el poder.
¡Todo un demócrata!
En la cumbre, a la que no asistió el presidente mexicano “por tener otros compromisos”, sí envió un video en el que su parte toral se refiere a la exigencia de un pronunciamiento de todos los asistentes para liberar a Pedro Castillo, sí el mismo presidente que provocó el golpe de estado en Perú y por cuyo delito se encuentra encarcelado.
De acuerdo con las publicaciones difundidas por las agencias informativas, locales y globales, los asistentes se abstuvieron de votar el tema. Gabriel Boric, el joven jefe de Estado, pareció abogar por la democracia y se contuvo en avalar la propuesta del mexicano, aunque cuestionó la actuación de la presidenta, legítima porque así lo marca la Constitución del Perú, Dina Boluarte.
El resultado de la VII Cumbre de la Celac dista de darle fortaleza al organismo, cuando su presidente pro témpore es otro, aunque lo rechacen 32 naciones, dictador.
¿Cuál es el peso, la representatividad de alguien que se aferra al poder y ya tiene delfín que lo sustituya?
Uno más que se hace dueño de las islas y que pretende ser ejemplo democrático.
Nada que ver con personajes como Lula da Silva e incluso los presidentes de México y Argentina
¡Que alguien me explique que entienden los latinoamericanos por democracia!
Por lo observado, por el “consenso” que llevó al escondido dictador -¿usted sabía de su existencia?- habrá de convertirse en el títere de los aspiracionistas a mantenerse en el poder durante su vida y después heredarlo a sus hijos.
¿Quién será el titiritero?
Apunten al tabasqueño, súmele al nica, añádale al maracucho, agregue al carioca y remate con bonaerense.
Nada de lo ocurrido fortalece la democracia. El tejido lleva hacia el retroceso de la región.
Poco vivirá el que no lo vea.
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