Personal de la Agencia de Protección Sanitaria verifica que establecimientos comerciales e instalaciones respeten las restricciones estipuladas en la Ley General para el Control del Tabaco, pero no sanciona inmediatamente a las que incumplen con las mismas, sino que corrige las irregularidades detectadas.
En un comunicado, el organismo informó que los operativos son amplios y generalizados en centros de servicio, comercios, parques, jardines, albercas, estadios y todo lo que implica el nuevo reglamento, vigente a partir del domingo 15 de enero.
Explicó que primero apercibe a los encargados o propietarios de los negocios con omisiones de bajo riesgo sobre las razones y normatividad de salud que violan, como es la venta de productos de tabaco en comercios fuera de los colegios y luego los inspectores regresan para saber si cumplió la norma.
Ángel González Domínguez, titular de la agencia, precisó que en el caso de un riesgo mediano hay una amonestación y si es necesario la mercancía es resguardada, el personal encargado regresa al sitio a fin de verificar el respeto de las observaciones. «En cambio, si el riesgo es elevado, se suspende al establecimiento», advirtió el funcionario.
La agencia, explicó, interviene en dos grandes áreas, vigila sanitariamente a los establecimientos que comercializan o publicitan dichos artículos y los negocios donde los consumen, como restaurantes y bares.
Finalmente, afirmó que los fumadores pasivos, quienes son la mayor parte de la población capitalina, son el principal foco de atención, porque la exposición al humo de los productos de tabaco le generan problemas respiratorios similares al consumidor activo.
