El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó hoy que la dureza que implicó el operativo militar para detener a Ovidio Guzmán López en Culiacán no implica un cambio en su estrategia de “abrazos no balazos” para pacificar al país.
Reconoció que en el operativo murieron 10 militares así como 19 miembros del grupo delictivo además de que se generaron múltiples bloqueos que implicó la quema de vehículos y balaceras en la ciudad que alcanzaron el aeropuerto de la ciudad afectando 3 aviones, uno de Aeroméxico y dos de la Fuerza Aérea.
(Jamás reconoció que se trató de una masacre, por el elevado número de fallecidos de ambos actores en el enfrentamiento).
“No, son las dos cosas, pero lo fundamental es atender las causas y eso no va a variar, porque consideramos que el ser humano no es malo por naturaleza, son las circunstancias, las que llevan a muchos a tomar el camino de las conductas antisociales, ya sea por necesidad, por pobreza”, expuso el mandatario federal.
El 5 de enero, un operativo del Ejército mexicano en la sindicatura de Jesús María, en Culiacán, Sinaloa, para detener al capo derivó en un fuerte enfrentamiento entre militares y civiles armados presumiblemente integrantes del Cártel del Pacífico.
El jefe del Ejecutivo federal consideró que la violencia agravada que se vive en algunos estados del país es una herencia del neoliberalismo donde no se privilegiaba la atención a quienes menos tienen a diferencia de su administración que busca integrarlos hacia mejores condiciones de vida y no sean presa fácil del crimen organizado.
“No se me va a olvidar que había hasta un comercial sobre ‘la Cheyenne apá’. Era lo que importaba, el neoliberalismo es sinónimo de corrupción y de egoísmo, de individualismo, de no pensar en el prójimo, sino de pensar nada más en uno mismo y se piensa que la felicidad es acumular bienes materiales y dinero y títulos y fama”.
“Y se les olvida que la felicidad es estar bien con uno mismo, con nuestro tribunal, el tribunal de nuestra conciencia, estar bien con el prójimo, esa es la verdadera felicidad. Entonces, se fueron distorsionando las cosas, afortunadamente resistimos, porque no nos eclipsó por completo, o sea, no terminó por oscurecerlo todo la mancha negra de la ambición”, sostuvo.
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