Byung-Chul Han. Capitalismo y pulsión de muerte. Herder Editorial, Barcelona, 2022. 160 páginas
DAVID MARKLIMO
Prácticamente en todos los libros que hacen referencia a la izquierda encontramos la susodicha palabra. Es más, cualquier diagnóstico que se haga de la situación político social también recurre a la palabrita ésta. Capitalismo.
Este libro reúne 14 artículos y 2 conversaciones de Byung-Chul Han acerca de la expansión del capitalismo y sus consecuencias. Lo que hoy llamamos ‘crecimiento’ es en realidad la consecuencia de un aumento excesivo de carcinomas que destruyen el organismo social. Estos tumores metastatizan sin cesar y se multiplican con una vitalidad inexplicable y mortal. En cierto momento, este crecimiento ya no es productivo, sino destructivo. El capitalismo ha sobrepasado hace mucho tiempo este punto crítico. Sus poderes destructivos producen catástrofes no solo ecológicas o sociales, sino también mentales. Los efectos devastadores del capitalismo sugieren la existencia de un instinto de muerte. Freud, inicialmente, introdujo la noción de ‘pulsión de muerte’ con vacilación, pero luego admitió que ‘no podía pensar más allá’ a medida que la idea se volvía cada vez más central en su pensamiento. Hoy es imposible reflexionar sobre el capitalismo sin considerar la pulsión de muerte.
Es justamente, el concepto de pulsión de muerte lo que eleva estos ensayos. Habría que decir que la pulsión es un impulso oscuro por parte de los seres humanos de no existir – o de ser nada -, que se expresa en aquella especie de inercia activa que Freud llama la compulsión de repetición. Constituye un aporte teórico complejo con alcances en muy diversos registros, tan trascendentes como las implicancias biológicas, socioculturales y artísticas. Ninguna de estas escapa, por supuesto, a la relación con el mercado y, por lo tanto, con el capitalismo.
Ciertamente, Byung-Chul Han es más certero diagnosticando problemas que aportando soluciones. De hecho, aunque a nivel abstracto suscribo su reivindicación de los valores humanistas, la moral y la razón, esta me parece una estrategia estéril a la hora de combatir con garantías asuntos tan conflictivos como, por ejemplo, la crisis de refugiados. En asuntos de esa índole siempre predominarán los bajos instintos de la naturaleza humana, el poder del dinero, los intereses de la geopolítica y quién sabe si algún siniestro poder fáctico.
Por otro lado, cuando Byung-Chul Han acierta lo hace a lo grande, veamos: el peligro del capitalismo y la ideología neoliberal radica en su capacidad para seducir a las que serán sus víctimas, o en desviar cualquier tipo de crítica social hacia la problematización individual.
Igualmente, Byung-Chul Han establece que la libertad, ese concepto tan fetichizado, tergiversado y sobrevalorado en la actualidad, es un arma de doble filo. Y es que, por ejemplo, la auto explotación es más eficaz que la explotación por otros, porque va acompañada de la sensación de libertad. El sujeto del rendimiento se somete a un imperativo libre, que él mismo se ha generado. También la sociedad de control se basa en esta dialéctica de la libertad. El auto desvelamiento es más eficaz que ser desvelado por otro, porque viene acompañado de sensación de libertad.
Planteamientos, estos, que viene muy bien para reflexionar es estos días de inicio de año.
Muy feliz año para todos las lectoras y lectores de Misión Política. Ojalá este sea un buen año, con salud, proyectos, trabajo y libros.