Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Con carácter de “urgente”, la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), invitó a que Yasmín Esquivel Mossa y Edgar Ulises Báez Gutiérrez se presenten para aclarar el posible plagio de tesis. En su comunicado, la FES puso como fecha límite el jueves 29 de diciembre a las 12:00 horas. Ello “a fin de ser consideradas en el análisis que está realizando este Cuerpo Colegiado”.
Sin embargo, a las 17:31 de ayer, cuando escribía esta entrega, no había información comprobable de quiénes asistieron a la convocatoria. Si es que se hicieron presentes.
Es de llamar la atención que el Cuerpo Colegiado haya permanecido en silencio hasta esa hora. No se sabía de la presencia de la ministra acusada de plagio ni del licenciado presuntamente poseedor de la tesis original.
Como diría Santiago Creel Miranda “hay sospechosismo”.
Sí, porque después de 10 días de polémica en la que lo mismo se ha querido cambiar la narrativa y pasar de plagiaria a plagiada, surgen dudas de la independencia de quienes conforman el Cuerpo Colegiado y se advierte que poco caso se hace a la información oficial de la UNAM en torno a la “elevada coincidencia” entre las dos tesis, presentadas con una diferencia de 13 meses y bajo la tutoría de Martha Rodríguez Ortiz.
Hasta ahora, la ministra Yasmín Esquivel Mossa no ha demostrado que su “trabajo”, iniciado “dos años antes” de terminar la carrera y presentar la tesis, sea realidad. Las autoridades de la UNAM, que fijaron su postura en base a las comparaciones hechas, declararon que era prácticamente imposible confirmar lo expresado por la jurista.
La tutora ha quedado marginada de las investigaciones, por lo menos no se conoce ninguna indagatoria por su actuar, lo que preludia una decisión que pondrá en riesgo la credibilidad de los integrantes del Cuerpo Colegiado de la FES-Aragón.
¿A qué se debió el silencio, la falta de información de lo ocurrido en la reunión convocada a las 12 del día de ayer?
¿Asistieron los “invitados”?
¿Se enteraron de la “invitación” oficializada en la página de la FES?
Son preguntas que ameritan respuestas concretas, sólidas y explicadas.
Porque parecería ser, no es afirmación, que se busca atender las “críticas, desdenes y hasta acusaciones” provenientes de Palacio Nacional.
Sin polemizar con el huésped temporal del virreinal edificio, la defensa de su protegida bajo el argumento de se trata de “un error de estudiante”, no resuelve ni siquiera por encima el casi comprobado plagio de la tesis original de Báez.
Si el Cuerpo Colegiado de la Facultad de Estudios Superiores Aragón se está tomando el tiempo suficiente para que la ministra participe en la elección de presidente o presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asunto que se llevará a cabo el próximo lunes, pasará a la historia como el ente que derribó la independencia y la autonomía universitaria y fue doblegado por las presiones políticas.
Es extraño que el director de la FES, Fernando Macedo Chagolla, no haya salido a dar un mensaje sobre este delicado tema. Es su obligación defender la institución no quedarse en el silencio, porque lo hace cómplice de cualquiera de las decisiones que se tomen. Ya sea la de invalidar el título de la ministra o darlo por bueno en base a su “trabajo original”. Si bien es cierto los hechos no se registraron en su tiempo y espacio, los problemas se heredan y se resuelven.
¿Alguien podría informar si acudieron los invitados a la sesión de aclaraciones?
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