Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Tener un jefe que te defienda de tus “errores de estudiante”, sin duda muestra más que empatía, compromiso personal. Sin embargo, no borra una acusación sustentada en pruebas obtenidas legalmente del Reservorio de la UNAM, cuyos documentos están a disposición de quien quiera leerlos, espulgarlos, encontrar lo que busca.
“Cualquier error, cometido por la ministra Yasmín cuando fue estudiante, cuando presentó su tesis de licenciatura, es infinitamente menor al daño que han ocasionado a México, Krauze y el señor que hace la denuncia, Sheridan, ellos le han hecho mucho daño a México”, expresó el defensor de la defensora de la Constitución. Es decir, a los errores cometidos durante la etapa de estudiante, le aplica la norma presidencial: “borrón y cuenta nueva”, o lo que es lo mismo “no hay delito que perseguir”.
Enrique Krauze ha sido galardonado con el III Premio de Historia Órdenes Española, entre una docena de reconocimientos nacionales e internacionales; Guillermo Sheridan fue maestro de secundaria y preparatoria a partir de 1970. Dio clases en la Universidad Iberoamericana, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y en El Colegio de México. Es investigador desde 1978, adscrito al Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM e investigador nacional en el Sistema Nacional de Investigadores desde 1987, y tiene el nivel III desde 1998 y ha sido académico visitante en universidades de Escocia, Francia y Estados Unidos.
Ambos tienen currículums que avalan sus trabajos. No obtuvieron premios merced a la amistad del poderoso ni mediante encuestas. El reconocimiento que se les otorga a nivel universal, no se compra ni con ideologías ni con mentiras o plagios.
Sin embargo, el defensor de la defensora de la justicia, acusa, sin mostrar documento alguno como sí los hizo públicos Sheridan, que no solo ambos personajes, sino “todos los que están castigando a la ministra están cometiendo delitos mayores, y no es por lo que recibieron dinero público para legitimar el saqueo, sino por su actitud deshonesta de siempre, Guillermo Sheridan, Enrique Krauze, Aguilar Camín y lo que la autoridad competente resuelva y nosotros vamos a esperar, es un asunto del poder judicial desde luego con propósitos políticos”(sic).
Aunque admite no ser objetivo, lo cual es ganancia y deseable que lo reconociera constantemente, la subjetividad lo arrincona en la ilegalidad y, ejerciendo el “poder de los poderes” se convierte en el perdonavidas de su protegida y sentencia a los descubridores -en este caso es el descubridor- de las ilegalidades, salvo que muestre lo contrario, cometidos por quien ahora aspira a presidir nada menos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Al defensor de la defensora de la legalidad, no le agrada que salgan informaciones que “lesionan sus principios de integridad, moralidad y honestidad” y no sabe cómo explicar la protección que le brinda a quienes se brincan las leyes, aunque se entiende que su expresión, dirigida justamente a los ministros de la Corte, de “a mi no me vengan que la ley es la ley (?)…”, vuelve a equivocar el rumbo y demostrar que de lo presume es de lo que carece.
¿En que terminará el affaire de la doctora Yasmín Esquivel Mossa?
Las apuestas calientes ya están dando momios y pagando 10 a 1 por la victoria de quien violó la ley “pero cuando era estudiante” y, entonces, ese “errorcillo” no cuenta para conducir con “dignidad y profesionalismo” el Poder Judicial de la Federación.
¿Y si se hace la chica?
Con todo y el mando de protección del defensor, la defensora de la legalidad tiene una Amarga Navidad y por escuchar a Amalia Mendoza, La Tariacuri.
- PARA TODOS LOS LECTORES DE ESTE ESPECIO, MI RECONOCIMIENTO Y EL DESEO DE QUE ESTA NAVIDAD SEAN MÁS QUE FELICIES. ¡SALUD!
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