POR ALFREDO MEJÍA MONTOYA
Desde tiempos ancestrales, los pueblos de la tierra han recibido señales provenientes desde puntos distantes y de personajes referentes de nuestras vidas, señales del espacio sideral, señales de movimiento de otro planeta, galaxia o mega galaxia, señales de humo, señales divinas, señales de vida, señales catastróficas, apocalípticas, señales de hombres y seres extraordinarios que han sido referentes en la vida de los hombres, como Buda, Dios, Confucio, Jesucristo, …
De hecho, hasta podríamos decir que hay diversos tipos de señales en la cotidianeidad del mundo que nos rodea y algunas son preventivas, mandatos, restrictivas, informativas, mismas que se pueden tornar hasta peligrosas si no se captan.
Una señal es una modificación perceptible del entorno producida para comunicar. Escandell Vidal
Es posible utilizar como señales cualquier tipo de estímulo externo como: expresiones lingüísticas, gestos, dibujos, chasquidos, miradas, énfasis en la voz, palabras directas o subliminales que captan solo un grupo determinado que está inmerso en el tema motivo de la señal, lo cual facilita su lectura y comprensión.
De esto último generalmente pueden salir mensajes de odio beligerante, de ataque, de resentimiento, que pueden terminar en conductas con hechos funestos, criminales e imputables al emisor.
En ese orden, el mundo, la realidad se puede ver de diferente forma: un grupo en el que aquel en el que ciertas personas ante una situación positiva perciben que los eventos positivos son motivo de un mensaje proveniente de un plano superior, … Del otro, hay de los que no veían nada detrás de los eventos, que todo son unas meras coincidencias o simples golpes de suerte, situaciones fortuitas; hay otro grupo, de los que leen y perciben el mensaje mismo, como una señal del emisor que hay que cumplir, como punto de partida o como una orden, y ello puede provocar eventos negativos en contra de a quién o se esté refiriendo el mensajero.
Uno de los hechos más significativos que se han sucedido en los últimos días, ha sido el grave, penoso y recurrente maltrato a los medios de comunicación masiva, a sus escritores, editorialistas, articulistas, caricaturistas, provocando en varios de ellos, resultados desafortunados, aciagos y funestos, … derivado del continuo ataque, hostigamiento y golpeteo a este Sector que informa, orienta y genera opciones de discernimiento de los hechos sucedidos, que se suceden y que se sucederán.
El grave atentado a la persona del Periodista Ciro Gómez Leyva, con nueve disparos o más de proyectiles 9 mm. Al salir de su programa nocturno. Afortunadamente el vehículo que conducía Ciro Gómez Leyva esta blindado, y por ello no derivo en consecuencias funestas.
Todo ello devino, después de una andanada de comentarios adversos y negativos del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia el sector de periodistas, donde el más vilipendiado y hostigado fue precisamente Ciro Gómez Leyva. Ese momento es toral para el inicio de las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de la CDMX. Los señalamientos, los gestos, las gesticulaciones, la dirección de las manos, etc., pueden ser clave para las investigaciones.
Al siguiente día, López Obrador afirma que en el caso de Ciro Gómez Leyva pudo haber sido un autoatentado, y como afirmó, debería de probar su dicho ante las autoridades investigadoras correspondientes. Para variar al día siguiente se desdice de este dicho. Lo que es significativo es que no encuentra la forma de deshacerse de este tema que lo involucra directamente a él.
Precisamente porque los insultos, agravios, hostigamientos indiscutiblemente son señales y mensajes de violencia en contra de quien se esté refiriendo en su matinal diaria. Sin embargo, este caso rebaso todo limite y se llegaron a los hechos, … en qué momento se dio la orden. Queda a investigación de las autoridades correspondientes.
López Obrador, no se percata de que en este régimen, no puede ser otro que de una Orden, que no sea él, sin inculpar a nadie en específico, ya que tiene monopolizado el poder, el mandato, las instrucciones, las ideas, no permite que otro de su equipo, salga con una brillante idea, como la de atentar contra la vida de alguien, por todo lo que dice contra su administración y gobierno, Si López Obrador supiera que su ejercicio ejecutivo estuviera en un grado de aceptación en materia de bienestar, con eso respondería, pero no, no lo está … solo dice, “son puro periodista del régimen conservador” (sic)
Los dimes y diretes que se escuchan que se ven por doquier, ya no alcanzan a tapar o disimular el estruendoso fracaso de su gobierno; de la corrupción que impera dentro del partido oficialista y del gabinete legal y ampliado y de familiares y amigos, corrupción por la cual no existe ningún procesado en más de cuatro años; por ende, la impunidad está en su máxima expresión.
Como si López Obrador y Jesús Ramírez su Coordinador General de Comunicación Social y Vocero del Gobierno de la República no tuvieran periodistas a sueldo, vaya hasta Diarios y Periódicos completos que se pagan con recursos públicos, del dinero de los contribuyentes. Pero la verdad es lo único que no se inventa, ahí están los resultados de su gestión y de la orden del atentado. Los inculpados generalmente no soporta que se lo digan, escriban o caricaturicen, …
Las señales son más que eso, son órdenes y mensajes cifrados para alguien, quizá lo sabremos en las investigaciones, y estar al pendiente de que no nos vayan a sacar a un Aburto contemporáneo.
El escandaloso silencio que emana de la Secretaria de Gobernación es muy significativo.
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