NIDIA MARIN
Los migrantes en el mundo aumentan. Los que viajan a Estados Unidos, también. Y México vive desde hace varios años en la encrucijada como país de paso. No es el único.
El asunto es que se ha incrementado la cifra de migrantes que viajan no por elección, sino desplazadas por la fuerza. Hasta 2019 eran 79.5 millones, de los cuales 26 millones eran refugiados. Aseguran que 45.7 millones de seres humanos fueron desplazados internos, 4.2 millones solicitantes de asilo de los cuales 3.6 millones se trató de venezolanos desplazados.
Actualmente en el orbe compiten las cifras de desplazados: Suman ya aproximadamente 6.8 millones de refugiados y migrantes venezolanos repartidos por todo el mundo, mientras y una cifra similar, según la ONU, es la de los refugiados de la guerra en Ucrania.
La R4V asegura que, de los más de 6.8 millones de migrantes y refugiados venezolanos en el mundo, 465.200 se encontraban en Estados Unidos, hasta septiembre de 2022.
El asunto es que bajo el titulo 42 Estados Unidos expulsa a los migrantes que pretenden ingresar a su territorio y los devuelve a México.
Señalan la probabilidad de que dicho título esté vigente todo el año 2023.
La población estimada de venezolanos en territorio mexicano, sea por expulsión de Estados Unidos o con permiso es de 90,000.
Esto significa un severo problema para México, no obstante que el gobierno ha señalado que las áreas de Centro y Norteamérica constituyen uno de los corredores migratorios más importantes a nivel mundial debido al alto número de personas migrantes que anualmente residen y transitan a lo largo de ellas.
Asegura también la R4V que en tal sentido la nueva política migratoria del Gobierno de México “mantiene una estrecha comunicación con sus vecinos y con los países con los que históricamente se relaciona por medio de la migración; sin embargo, se compromete a ser sensible ante los flujos extrarregionales o extraordinarios que llegan al país desde distintas partes del mundo”.
Además… “En esa misma dirección, esta nueva política migratoria reconoce que si bien la diáspora mexicana se concentra en su mayoría en Estados Unidos no es el destino único, y atiende con el mismo énfasis a mexicanos y mexicanas que viven en otros países como Canadá, España o Alemania, por mencionar algunos”.
En octubre pasado, la Secretaría de Gobernación, en el documento Estadísticas Migratorias, Síntesis 2022, exhibió el incremento de 76.1 por ciento de arribos a México. Por Quintana Roo ingresaron 10 millones 230 mil 329 personas.
A través de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), en el documento mencionado precisó que, de enero a agosto de 2022, la entrada regular de población nacional y extranjera a México vía aérea, marítima y terrestre fue de 25 millones 271 mil 879.
URGEN CAMBIOS
EN LA MATERIA
Mientras tanto, dos años antes, de acuerdo al Portal de Datos Mundiales Sobre Migración, este fenómeno sigue su marcha. En 2020 el número de migrantes internacionales alcanzó casi los 272 millones en todo el mundo – 48% de mujeres – frente a los 258 millones de 2017. De estos, 164 millones son trabajadores migrantes.
Estimaciones sobre este asunto indican que suman 38 millones de niños migrantes y tres de cada cuatro está en edades de trabajar que son de 20 y 64 años.
Por cierto, Asia acoge alrededor de 31% de la población migrante internacional, mientras que el dato para el resto de los continentes se reparte: Europa 30%; Continente Americano 26%; África 10%; y Oceanía 3%.
Esto, aseguran, es un incremento en las últimas cinco décadas de acuerdo a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Hace dos días se celebró en el mundo el Dia del Migrante. Las Naciones Unidas han dicho ante tal situación mundial:
“Los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes afectan a todos los Estados Miembros de la ONU, por lo que es necesario estrechar la cooperación entre ellos y establecer un reparto de responsabilidades. El 16 de septiembre 2016 la Asamblea General de la ONU acogió la Cumbre de la ONU sobre los Refugiados y Migrantes con el fin de unir a los países en torno a un enfoque más humanitario y coordinado. De cara a esta Cumbre, el Secretario General preparó un informe titulado «En condiciones de seguridad y dignidad: respuesta a los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes” que cuenta con recomendaciones en materia de migración”.
En el mismo se realiza un llamado en favor de un nuevo marco general y se formulan recomendaciones para hacer frente a cuestiones de interés común, en particular las causas de esos desplazamientos, la protección de quienes se ven obligados a emprender esas travesías y la prevención de la discriminación y xenofobia que suelen enfrentar”.
