Canadá lanzó el 27 de noviembre su tan esperada estrategia para el Indo-Pacífico, en la que se prevé un gasto de 2.300 millones de dólares canadienses (unos de 1.700 millones de dólares estadounidenses) para impulsar la seguridad militar y cibernética en la región.
Además, promete hacer frente a una China «perturbadora», al tiempo que colabora con ella en cuestiones relacionadas con el cambio climático y el comercio, informa la agencia Reuters.
El plan, detallado en un documento de 26 páginas, dice que Canadá endurecerá las normas de inversión extranjera para proteger la propiedad intelectual y evitar que las empresas estatales chinas se hagan con suministros minerales críticos.
Canadá pretende profundizar los lazos con una cuarentena de países de la zona, cuya actividad económica representa unos 50 billones de dólares canadienses (37 billones de dólares estadounidenses). Sin embargo, informa el medio, la atención se centra en China, a la que se menciona más de 50 veces, en un momento en que los lazos bilaterales están congelados.
En una conferencia de prensa celebrada en Vancouver, cuatro ministros del gabinete se turnaron para detallar el nuevo plan, afirmando que la estrategia era crucial para la seguridad nacional y el clima de Canadá, así como para sus objetivos económicos.
«Vamos a participar en la diplomacia porque creemos que la diplomacia es una fortaleza, al mismo tiempo vamos a ser firmes y por eso tenemos ahora un plan muy transparente para relacionarnos con China», dijo la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly.
El Gobierno del primer ministro Justin Trudeau busca diversificar los lazos comerciales y económicos que dependen mayoritariamente de Estados Unidos. Los datos oficiales de septiembre muestran que el comercio bilateral con China representa menos del 7% del total, frente al 68% de Estados Unidos.
«China es una potencia mundial cada vez más perturbadora», decía la estrategia. «Nuestro enfoque (…) está conformado por una evaluación realista y clara de la China actual. En áreas de profundo desacuerdo, desafiaremos a China».
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