Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Después de leer el comunicado que difundió la Secretaría de Hacienda y en el que desmiente haber hecho alguna solicitud al Banco Interamericano de Desarrollo –el BID, el organismo que buscaba presidir México a través del brillante economista Gerardo Esquivel, quien fue propuesto al cuarto para las doce- por un monto de 600 millones de dólares presuntamente para programas sociales “porque se pagan con recursos logrados por la austeridad y el combate a la corrupción”, no queda duda de que los números andan de fiesta. Es decir, bailando.
Hacienda hace cuentas alegres respecto del crecimiento económico y para este año esperaba entre 3 y 4 por ciento, algo que no da en cuanto a la productividad. Para el próximo año estima una cantidad similar cuando en todos los organismos financieros internacionales y las calificadoras, esas que tanto se desdeñan en Palacio Nacional, no conceden más de 1.6 de crecimiento.
Debido a la experiencia de quienes analizan las economías país, por país, y en el conjunto de las naciones, el PIB alcanzará a recuperar lo perdido durante la pandemia y probablemente llegue un crecimiento mínimo, pero crecimiento al fin
Dos países no han logrado superar la pérdida: México y Turquía.
Sin embargo, el optimismo gubernamental desde las mañaneras ha contagiado al inquilino del área norte del virreinal edificio, el mismo en el que Hernán Cortés, el odiado por haber hecho la conquista en base a la espada y la cruz, que para el próximo año presentó un paquete económico que supera los 8 billones y contempla un déficit de casi un billón 200 mil millones. Ni hacienda ni los diputados que aprobaron el proyecto de egresos, han explicado cómo se cubrirá el déficit y eso hace suponer que habrá recorte en proyectos sustantivos como infraestructura, salud, educación, entre otros. O bien, se endeudará al país.
José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) dice que no hay claridad en los pronósticos oficiales y que lo más seguro, no probable, es la aplicación de la tijera en programas necesarios para el crecimiento económico.
En charla con el dirigente patronal, se habló del incremento a los salarios e informó que la discusión inicia mañana en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos la cual se declarará en sesión permanente, porque conforme a lo mandatado legalmente, se tendrá que llegar a un consenso antes del 30 de noviembre porque se debe publicar el acuerdo el primero de diciembre.
Medina Mora considera necesario llegar al “salario del bienestar familiar” que alcanzaría los 8 mil 600 pesos mensuales con lo cual una familia de cuatro personas de las que laboren dos, podrán adquirir la canasta básica y servicios de otros géneros.
Confirma que el sector patronal hará los esfuerzos necesarios para incrementar el salario hasta donde las posibilidades lo permitan, luego de que el próximo inician las vacaciones de 12, que representará contratar a quien supla al ausente, aumentará la prima vacacional y comenzará la aportación de uno por ciento anual hasta llegar a 8, para incrementar el fondo de ahorro.
Nada fácil para las empresas que lograron sobrevivir en y después de la pandemia y cuya productividad no se refleja en aumentos sostenidos.
El líder de los patrones afirma que el país requiere de empresas en las que se aumente la productividad como el medio que sustente los nuevos salarios y los que estarán por venir.
Hacienda, frente a la realidad, mantiene el criterio presidencial: la austeridad franciscana y el ahorro por el combate a la corrupción. No hay soporte técnico ni financiero que compruebe las decisiones de gastar lo que no se tiene.
¿Cuáles han sido y en dónde están los ahorros del combate a la corrupción?
Según Forbes el número de millonarios aumentó durante los pasados 4 años.
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