Del Cine y las Leyes
Horacio Armando Hernández Orozco
Y ¿usted qué haría?
Amarga pesadilla (Deliverance), película basada en la novela homónima de James Dickey, dirigida por John Boorman; protagonizada por Burt Reynolds (Lewis Medlock), Jon Voight (Ed Gentry), Ned Beatty (Bobby Trippe) y Ronny Cox (Drew Ballinger); cuyo estreno fue en 1972.
Cuatro profesionistas de Atlanta, deciden navegar en canoa un río en el remoto norte de Georgia, antes de que el valle sea inundado por la construcción de una presa; Lewis, experimentado amante de la naturaleza, es el líder de la aventura, esperan disfrutar del paraje natural, pero un desencuentro con dos lugareños traerá un complicado e inesperado viaje.
A 50 años de su estreno, la revista New York Times la considera como una de las “1000 mejores películas de todos los tiempos”; destaca la memorable escena de la canción Duelo de banjos, que llegó a ganar un disco de oro; la palabra ‘Deliverance’ significa en inglés liberación, rescate o salvación.
LIBERACIÓN DE LA CIUDAD.
Cuatro hombres deciden dejar la turbulenta vida citadina durante un fin de semana para realizar un viaje en canoa en el caudal salvaje del río Cahulawassee a las afueras de Georgia; dejan a sus esposas, hijos, negocios esperando un encuentro placentero con la madre naturaleza.
Los habitantes del valle desconfían de los citadinos, mientras que éstos de clase media actúan como si fueran superiores a los locales, especialmente Bobby, quien es desdeñoso con la ínfima educación y pobreza de los lugareños; a pesar de ello, Drew comienza a tocar la guitarra y simpatiza con un chico con un visible retraso mental, que resulta ser un auténtico fenómeno tocando el banjo, entre los dos improvisan un alegre duelo musical, pero a su vez extremadamente incómodo y perturbador, pues el chico rehúsa darle la mano cuando terminan, lo que es indicativo de la incertidumbre que se respira ahí.
Las primeras escenas muestran ese entorno de conflicto: el hombre urbano, profesionista exitoso, soberbio y prepotente, que mira al resto de los individuos diferentes desde la altura que les brinda su propia cultura; mientras tanto están los montañeses, a quienes se les muestra como extremadamente reacios a los extraños en su tierra; ambos grupos son alienígenas entre sí.
RESCATE EN LA MONTAÑA.
En su primera noche en el valle, Lewis oye un extraño ruido en el bosque, va a investigar, pero regresa sin novedad; al día siguiente, Bobby y Ed se adelantan en su canoa y paran a descansar en un recodo del río, siendo interceptados por un par de montañeses armados, éstos atan a Ed a un árbol y violan a Bobby ordenándole «gruñir como un cerdo»; los agresores se preparan para violar a Ed, pero para su fortuna, Lewis alcanza a matar al violador de Bobby a través de un flechazo, huyendo el otro individuo.
En este giro de la trama, los aldeanos quedan reducidos a una fuerza malvada y primaria, operada por los instintos y sin otra razón de ser que la de provocar daño, pero es aquí, que bajo su perspectiva, la construcción de la presa es una violación a su espacio, pues terminará por inundar el valle, desapareciendo al río y al pueblo; la cultura urbana viola el statu quo de la sociedad campesina; estos cuatro hombres citadinos representan esa invasión, y aunque ello no justifica la agresión, son salvajemente castigados por los montañeses.
SALVACIÓN DE TUS DECISIONES.
Están a salvo, pero ahora el problema es decidir qué hacer con el cadáver, así que discuten sobre cómo enfrentar la situación; Drew insiste en que su deber es acudir a la policía y contarles el incidente, pero Lewis propone enterrar el cuerpo alegando que la inundación del valle cubrirá toda prueba que pueda incriminarles y que el hombre que ha escapado no acudirá a la policía dada su participación en la violación, pues si ellos dan parte a las autoridades, es factible que cualquier juez lo condene escuchando el testimonio de los locales.
Bobby no quiere que salga a la luz su violación, vota por enterrar el cuerpo, Ed está de acuerdo con Lewis, ya que le ha salvado la vida; en esta escena se cuestiona lo que en realidad es la justicia material: dar a cada quien lo suyo, para Bobby lo suyo es conservar su dignidad de hombre que ha sido vulnerada por la violación, para Ed es el agradecimiento porque le han salvado la vida, y para Lewis es su libertad que se ve amenazada por un probable juicio en su contra; obvio que el concepto de justicia para Drew es que se respete la ley.
La decisión final de los personajes no permite margen para interpretarla; es un asunto real en la vida real; el espectador pensaría igual que ellos, precisamente este toque de realismo es lo que la hace más impactante.
Pero aún sigue vigente la pregunta ¿qué hacer con el criminal que ha logrado escapar?
El desequilibrio entre los caracteres de los diversos personajes define el tono del drama.
Lewis crea a su alrededor la alta expectativa de héroe de acción; es una masculinidad ególatra y egoísta, el típico macho que está en contra de una vida tranquila; que se le cree absolutamente todo lo que dice y hace; los otros personajes del grupo aceptan su rol de liderazgo por esta imagen hercúlea y atlética, van de lo sumiso a lo cobarde.
Ed es un débil y patético oficinista de nula personalidad, es un sujeto recatado y tranquilo.
Bobby, el típico gordito noble, es un poco miedoso, pero al ser violado, da paso a la barbarie, lo que se patentiza cuando dice: «no quiero que esto se sepa».
Drew es prudente, siempre apelando a las buenas costumbres y hacer lo socialmente correcto, tan es así, que Lewis le interpela si cree en la democracia, y dice que sí, así que pierde en la votación; Drew es la balanza del orden que es desobedecido.
Lewis destinado a ser el héroe de la historia, se le ve vulnerable al tener un accidente en su pierna, y ahora Ed se convierte en el justiciero, su transformación es asombrosa, pasa de ser un hombre común sin mucha adrenalina a un valiente cazador; es más centrado y sus decisiones son las que determinan el rumbo de los eventos.
Estos hombres se han internado en terrenos más allá de la ciudad y la supervivencia no es al contacto íntimo con la naturaleza, sino con las propias decisiones; pero aun fuera de las fronteras de la civilización ¿las leyes del hombre serán vigentes o imperara la más pura Ley de la Selva?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…