Yo Campesino
Era Inevitable, el Ganso Soltó a sus Perros de Caza que no Perdonan ni a los de Casa
*MIGUEL A. ROCHA VALENCIA
Y lo mejor es lo peor que se va a poner, para todos. Lo dijo el sabio paladín de las libertades que habita en Palacio Nacional y sobre advertencia no hay engaño. Esta vez no sólo van contra los opositores visibles sino también van a caer los disidentes internos.
La obediencia ciega, quedó demostrado, se aplica incluso violando la ley como lo hacen casi todos los morenos empezando por el caudillo de Tepetitán, quien desde el púlpito de Palacio lanza condenas contra sus detractores y aunque esté sumido en un pantano de pudrición, se atreve a llamar corruptos a los adversarios.
De hecho, la corrupción es el arma para golpear a los demás, junto con la impunidad que otorga el todopoderoso. Porque es por ese medio que se obtienen los recursos para someter a los adversarios transformados en chantajes y amenazas que los fieles se encargan de instrumentar y ejecutar cual si fuera una jauría.
Así actúa Claudia Sheinbaum que utiliza a su incondicional Layda Sansores para golpear y doblegar a los “enemigos”, ganándose con ello el gran aprecio del ganso de Macuspana. Ella fue la encargada de sacar a luz los datos obtenidos ilícitamente contra Alejandro Moreno Cárdenas cuya fama pública lo hacía vulnerable y sus hechos, indefendible.
Se rompió la alianza, se desenmascaró al mercachifle exgobernador y se logró la reforma exigida por el tlatoani olmeca en materia de seguridad, cosa que allanó el camino para hacer lo mismo en lo electoral, minar al INE y dejar en manos de la 4T la decisión de las elecciones federales y locales, con una mayoría morenista en el Congreso para calificarlas.
Cómo no los va a querer tanto el mesías tropical si la jauría muerde hasta los de casa, se van ahora a golpear por la misma vía a Ricardo Monreal, el zacatecano que estiró la liga hasta lo que él consideró la ignominia con tal de no confrontarse directamente. Sabía que a pesar de sus “méritos” para satisfacer al “patrón” ya no volvería a los desayunos de Palacio, pero no esperaba que la orden de ataque en su contra llegara con Layda y menos tan pronto o ¿sí?
De hecho, los primeros golpes llegaron desde la CDMX, pero el cancerbero detuvo a su corcholata quien no obstante persiguió a la ficha de Monreal en Cuauhtémoc y a otros afines.
Se guardaron las formas hasta que el zacatecano insistió en subirse al tren de los elegibles y trepó en las encuestas. Hoy con sus posiciones contrarias o conciliadores que difieren de las totalitarias del profeta cuatrotero, se ganó a pulso la persecución, la cual, llega en mal momento pues es justo cuando el ganso requerirá de todas sus piezas para aplastar al Instituto Nacional Electoral. Al Tribunal, como se vio, ya lo tiene doblado.
Con ello, en Morena, donde nada se hace si no lo ordena el caudillo, se rompieron varias cosas: primero que Ricardo Monreal y seguidores, entre quienes se cuenta a varios senadores morenistas, ya no insista en tratar de congraciarse para recuperar desayunos o al menos no confrontarse (más) de manera abierta; segundo, cancela la posibilidad de que la 4T conquiste la Ciudad de México frente a una oposición que sumará votos y tercero, que exista el consenso suficiente para hacer la reforma Constitucional que redefina al INE, los institutos electorales locales, se les reduzcan prestaciones económicas o políticas y elimine un número de legisladores.
Se complicó también la sucesión presidencial, sumó adeptos a la oposición, claro, habrá que ver si el nivel de soporte de ignominia de que dijo Monreal soportaría ya llegó o si de plano, no hay límites a su “aguante” o simplemente resultó bravucón.
Los hechos son que de nuevo Morena demuestra que para ellos hay impunidad, que parten de la comisión de un delito y desobediencia a mandatos judiciales para cumplir sus venganzas, chantajes y amenazas.
Demuestran también que la impunidad del ganso hacia sus fieles seguidores es ilimitada y que “harán lo necesario” para ganar elecciones o aun perdiéndolas, conservar el poder. Ya con pleno descaro y cinismo. Fincadas sus campañas en la corrupción que según ellos combatirían se muestran tal cual son, peores que los de antes.