Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Aunque se minimiza el hackeo del colectivo Guacamaya a los archivos clasificados de la Secretaría de la Defensa Nacional, todos los días en todos los medios impresos, electrónicos y digitales, afloran informaciones que obligan a levantar la ceja.
El Sol de México publicó ayer el “equipo” que compaña al general secretario, cuya suma alcanza los mil 155 efectivos, desde altos rangos hasta soldados rasos. Quizá el número sea el conveniente para cuidar a quien tiene la responsabilidad, por el nombramiento, de estar al frente del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana.
Sin embargo, hay un rubo que llama la atención: los efectivos destinados -comisionados- para asuntos personales.
De acuerdo con la información divulgada, el general secretario cuenta con tres peluqueros, cuatro sastres, tres elevadoristas y seis cocineros.
Ignoro cada cuando se corta el no tan abundante cabello. Cierto, siempre anda bien peinado y sin “gallos”, como aquel que prefirió conservar el hoy presidente e México en sus funciones de jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Tener cuatro sastres, hace reflexionar. Quizá no repita los uniformes, aunque sean iguales todos, después de usarlos en alguna gira en la que se le “empolvaron” y, con la lavada, no quedan como nuevo. De la ropa de vestir, seguramente no le agradan los trajes e “marca” porque, para un militar que escucha y sin embargo no practica, la pobreza franciscana, podría ser una ofensa para el comandante supremo, cuyo sastre habita en Ecatepec, como lo reconoció en una mañanera. (Por eso no hay pantalón que le quede bien, tampoco saco que le ajuste. Los pantalones siempre le quedan largos y por ello los trae arrugados en la parte inferior. Los sacos le cubren la barriga y entonces se muestra gordo con espalda pequeña).
Los datos anteriores (que no son los otros) revelan que la Ayudantía General del C. Gral. Srio. Def. Nal., con fecha de enero de 2019, hecho público por la organización de hacktivistas Guacamaya, el titular de la Sedena tiene 297 elementos del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos asignados como parte de sus Ayudantía General y otros 858 efectivos militares en distintas labores de atención.
¡Vaya con el general de 4 estrellas!
El largo documento revelado desnuda la forma de ser, vivir y actuar el hombre cuyas responsabilidades se suscriben a dos: salvaguardar la soberanía de la Nación y ser leal con el Comandante Supremo. No más. No menos.
Ya lo otro, que el presidente asigne obras, permita que el Ejército asuma el control de aeropuertos, aduanas, construcción de las oficinas y sucursales del Banco Bienestar, que les deje aspirar a tener una línea aérea y que, con su presencia, los trabajos de las construcciones insignia, pasan a segundo término.
Por supuesto, es grave que el Ejército esté en tareas que no le corresponden y por ello descuide la primera antes mencionada.
Lo que debe alertar a la población, a la clase política, es que cuando se tienen los lujos de los que hoy disfruta el general secretario, difícilmente podrá olvidarlos. No sé si sus antecesores hayan tenido tantos efectivos realizando tareas como los antes señaladas.
Lo cierto es que el más alto rango militar de estos tiempos, parece haber pasado facturas de alto costo para que el presidente de la República le haya concedido lo que tiene y más. Probablemente el huésped temporal de Palacio Nacional ignora el número de escoltas que tiene su subordinado y que él presuma de “el pueblo me cuida”.
¿Para qué quiere cuatro sastres, tres peluqueros y seis cocineros?
A lo mejor les maquila la ropa a los grandes diseñadores o tiene restaurantes que, tienen como comensales, a los de afuera de las instalaciones militares.
Como fuere, la ventaneada que le dan los documentos hackeados, demuestran que su convicción no es la de un franciscano con andrajos y un lobo de compaña.
E-mail:jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por RADIO CAÑÓN en el 760 de AM.
