Después de asegurar la que “…no, no, ya no van a regresar los corruptos, no les van a funcionar sus campañas, su guerra sucia”, el presidente Andrés Manuel López Obrador está contento y confiado en que el 30 de septiembre de 2024 “…y ya estoy seguro de que voy a entregar la estafeta a quienes van a continuar con la cuarta transformación”. Sin embargo, dejó en claro que se retira y no quiere “…ser cacique, caudillo, líder moral, ya no puedo dar consejos, no voy a hablar de política ni siquiera con mis hijos, con mi familia, nada. Termino mi ciclo y ya van a venir otros”.
Planteó que “ya se echó a andar este proceso, pero lleva todavía más tiempo, nos faltan 23 meses, menos de dos años, pero vamos a hacer todavía muchas cosas y estoy muy contento porque hay relevo a la vista. Eso es una garantía de que vamos a seguir adelante transformando al país”.
El primer mandatario sostuvo que sus opositores “están con mucho coraje y se obnubilan, han desatado campañas, guerra sucia. Cuando no es el plan del ‘Señor X’, es el plan chachalaca o el plan guacamaya o el plan zopilote o el pejeleaks. Ahí deben de estar pensando en otro”.
En una actitud descalificadora y mofándose de que, pese a gastar mucho dinero en esto, “no les ha funcionado nada”.
Agradeció a la gente, argumentando que la fortaleza del movimiento que encabeza radica en que “la toma de conciencia no se da solo en una minoría, no somos nada más los dirigentes, son millones. No hay en el mundo un movimiento así, entonces eso es una garantía porque es un despertar ciudadano”.
Reiteró que pasado el 2024, “yo ya no voy a estar porque me voy a retirar, entrego la banda a finales de septiembre y me jubilo, políticamente desaparezco, no vuelvo a opinar. No quiero ser cacique, caudillo, líder moral, ya no puedo dar consejos, no voy a hablar