La primera ministra del Reino Unido, la conservadora Liz Truss, reconoció los errores de su gestión para mitigar la crisis económica, pero advirtió que no renunciará.
«Quisiera pedir disculpas por los errores cometidos. Quise ayudar a la gente a lidiar con las facturas de la energía, con el problema de los impuestos elevados, fuimos demasiado lejos y demasiado rápido, lo admití (…) pero no dimitiré», dijo Truss a los canales televisivos de su país.
Truss con apenas seis semanas en el poder, afronta su primera crisis de Gobierno tras la renuncia de su ministro de Finanzas Kwasi Kwarteng el pasado 14 de octubre por su polémico plan económico que desató duras críticas en el país.
El plan preveía una rebaja tributaria del 45 al 40% a las rentas más altas sin la disminución del gasto público. El anuncio del programa económico provocó el hundimiento de la libra y el desplome de los bonos británicos.
Kwarteng fue relevado por el exministro de Exteriores Jeremy Hunt que inmediatamente canceló casi todas las medidas económicas de Truss..
Información: Sputmik
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