GN, “Irrespetuosa”

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Apenas les dieron el vo.bo, los elementos de la Guardia Nacional despertaron y ahora sí, contra las presuntas órdenes supremas, disparan a criminales y hasta a ¡civiles!

Durante casi cuatro años, los elementos de la llamada, ahora, Guardia Civil -más militar no puede ser- permitieron ser vejados, escupidos, golpeados, correteados, secuestrados y toda la amalgama de conceptos que le vagan a la mente. No solamente les huían a los criminales, siempre superiores en armamento y sujetos, sino a los ciudadanos aparentemente comunes y corrientes que, por quítame estas pajas, los enfrentaban incluso cuando se encontraban desayunando y salían corriendo, sin pagar las cuentas. Los videos no mienten, porque no son montajes como advertiría el huésped temporal de Palacio Nacional.

Terminar con el letargo, les dio nuevas energías a los soldados, que no civiles, que integran la GN.

Dos ejemplos.

Ayer, en Ocotlán, Jalisco, un grupo de ciudadanos protestaba frente a la Base No. 1 de la GN y de pronto sonaron los disparos. No de quienes reclamaban. No. Desde el cuartel salieron los tiros.

En un principio, cuentan fuentes locales, la orden fue disparar al aire. Sin embargo, algún elemento se puso nervioso y enfocó su arma a las personas. El saldo: 2 heridos, uno de gravedad.

En el poblado de La Cuchara, en Tierra Caliente de Michoacán, elementos de la GN se enfrentaron a tiros con presuntos delincuentes y el marcador final fue: 1-0 a favor de ¡la Guardia Nacional!

Pareciera, por estos eventos y los que se acumulen, que los elementos de la siempre tardía llegada a las acciones bélicas, ya están en su hábitat de confort: el de ser soldados.

Porque durante el tiempo que permanecieron “fuera del marco jurídico” –una mamarrachada para darles más poder-, los integrantes de este ente que nació civil y dejó de serlo por “órdenes superiores”, sufrieron las agresiones que, un verdadero soldado jamás permitiría, aunque lo llevaran a Corte Marcial.

Durante meses, la discusión se centró en el accionar militar cuya formación no contempla “eso” que se denomina Derechos Humanos. Se armó toda una campaña para mostrar que la Guardia Nacional los respeta, por lo cual sus integrantes están adiestrados –se adiestra a los animales, ¿no? – para salvaguardarlos.

Sin embargo, la realidad es otra, aunque se niegue y se disfrace.

Lo ocurrido ayer se repetirá con mayor constancia, porque quienes están en la Guardia Nacional, jurídicamente mediante un decreto y modificación a la ley respectiva, son militares y marinos. No son civiles. Su preparación es, justamente, saber utilizar las armas y no dejarse intimidar por nadie y menos por los criminales.

La fallida política de abrazos, no balazos, inhibió a los provenientes de las policías militar de la Sedena y Marina, a ejercer su derecho a disparar cuando las condiciones lo exigían.

Acostumbrados a la disciplina castrense y a la “lealtad con el Comandante Supremo y los mandos superiores”, agachaban la cabeza y entregaban sus armas a los delincuentes a los pobladores que los protegen.

Entregar un arma es delito. Quizá algunos de ellos fueron sancionados. No se conoce información al respecto.

Ahora, en su zona de confort, limpian los rifles de alto poder, las pistolas reservadas para las fuerzas armadas y apuntan hacia quienes los agreden.

¿Esa actitud traerá la paz al país?

Ahora y mañana, más temprano que tarde, sabremos cómo la violación de los derechos humanos, que sí tienen los criminales, irá en aumento y desde Palacio Nacional aplaudirán el heroico valor de los uniformados.

E-mail:jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por RADIO CAÑÓN en el 760 de AM.

 

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