ALBERTO F. MENA MALLEN
El presidente de la República ha sembrado y cosechado odio, temor, miedo, enojo, división, pobres, desconfianza, destrucción, más violencia, desamparados, damnificados a quienes no ha atendido y que le claman por ayuda y sobre todo desesperanza para millones de mexicanos al prometerles en campaña lo que no ha cumplido hasta ahora, como el regresar a los militares a sus cuarteles, incluyendo a la Guardia Nacional militarizada.
En cambio, en sus locuras verbales, en sus discursos de odio y de moral obscura, repite frecuentemente que todo marcha estupendamente en el país y que si criticamos a su gobierno, se debe a que queremos que vuelva el régimen de corrupción, de impunidad y de violencia que imperaba en otras administraciones, lo que no es cierto, pero son discurso y palabras que utiliza para azuzar a sus seguidores y hacerles ver que sigue en la lucha contra el neoliberalismo destructor de México y para quitarlos de pobres con sus apoyos y ayudas económicas, que solo alcanzan para no morirse de hambre.
Ha sembrado rechazo por sus constantes mentiras, sus poses y risas de “aquí soy el único y dueño de lo que se mueve en el territorio nacional”, por sus decisiones equivocadas, sobre todo por sus obsesiones que lo harán el “mejor presidente de México” y tal vez, lograr el Premio Nobel de la Paz por sus propuestas internacionales que no han sido tomadas en cuenta, como pasa con la integración latinoamericana y la paz mundial.
Con sus “magnas obras” dijo, quiere dejar un país “nacionalizado”, donde ya no haya importaciones de combustibles, ni fugas de recursos públicos, para permitir invertir en el territorio nacional y tener una industria propia próspera y que ello conduzca al crecimiento económico, pero con sus decisiones erróneas, no permitió uno mejor cuando la pandemia, al no apoyar a los diversos sectores, que sí fueron atendidos en otras naciones y que por ello ahora gozan de mejores condiciones económicas.
Regresó a las políticas de hace algunos años, cuando en otra época eran el camino para el crecimiento, pero ahora con la globalización, sobre todo en exportaciones e importaciones, el mundo cambió, particularmente con la tecnología y la robotización, aparte de los cambios geopolíticos que obligan a las naciones a tomar medidas que les permita atender a una creciente población en cada país.
Ya se presentaron algunas propuestas por parte del gobierno de los Estados para generar más industria tecnológica, con lo que se permitiría un mayor crecimiento en el Producto Interno Bruto, pero habrá que esperar a que se decidan a manejar los planes y programas que detienen a los capitales para invertir en México.
Un buen manejo de las finanzas se refleja en la macroeconomía, -y eso está en duda-, pero no en la microeconomía donde la inflación que avanza día a día, -se justifica el primer mandatario que ha sido a nivel mundial este fenómeno-, no ha podido ser detenida a pesar de sus planes y programas que aplica, los que no han tenido el resultado que ellos esperan.
Se rechazan sus cifras y otros datos que tiene siempre a la mano, porque al contrastarlos con las oficiales, siempre hay contradicciones e irregularidades que son visibles públicamente, pero insiste en afirmar que sus datos no se leen adecuadamente y que, por ello, se malinterpretan, por lo que reafirma siempre que su gobierno camina por donde lo planteó desde que inició su administración, mientras que muchos consideramos que va por el camino equivocado.
Sus corcholatas, que andan muy activas en campaña, y que se argumenta que sí atienden sus responsabilidades, como sucede con la regenta de la capital, Claudia Sheinbaum, quien anda de gira electoral y no ha mostrado sus gastos como lo prometieron en campaña, al destacar que serían transparentes para todos los recursos públicos, pero hasta la fecha no ha cumplido con esta obligación. Se presume que los gastos que tiene para sus giras salen de las arcas del gobierno capitalino y al haber silencio de ello, se puede decir que el que calla otorga.
Y lo más emocionante que les ha pasado, la filtración de millones de documentos y videos que fueron sustraídos de las computadoras de la Secretaría de la Defensa Nacional, por el grupo Guacamaya, hecho que fue minimizado por el titular del ejecutivo federal, como en muchas otras ocasiones, y que desnudará la actuación de los morenistas de la 4T en sus actuaciones al frente del gobierno que se presume es de “izquierda”.
Pero lo que se ve, es que se conocerá: la verdadera historia de muchos hechos que se esconden como el de la enfermedad del presidente de la República, quien tiene obligación de informar al pueblo, pero que se ocultó deliberadamente, ya que no hubo problema alguno con ello, según lo manifestó el propio López Obrador, quien agregó que de sus padecimientos ya se conocen, “hasta más”.
El que nada debe nada teme, destacó en “la mañanera”, y agregó que tiene fortaleza por sus convicciones y el amor del pueblo para concluir sentar las bases de la 4T. “Tengo un escudo protector que es el ángel de la guarda que es el pueblo y mi autoridad moral”, dijo. Son señalamientos de un populista de izquierda-derecha.
Y si se habla de violación a las leyes y la Constitución, pues nada se dice al respecto y menos de la impunidad que existe en el gobierno para sancionar a personajes que van por caminos irregulares y que hasta la fecha no se tocan ni con el pétalo de una rosa, menos han aceptado las acusaciones que se hacen del acompañamiento de gobernantes con el crimen organizado, mismas que se desechan por así convenirles a sus intereses. No piensan al estar muy confiados de sus apoyos ciudadanos que el pueblo que piensa se las tiene guardado para las próximas elecciones del 2023 y 2024.
Hay mucha apatía de los mexicanos a participar en manifestaciones y elecciones, lo que esperaremos que ahora si exista ese interés para poder retomar el rumbo del país hacia caminos de más beneficios hacia todos.
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