Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Durante una charla con cercanos al gobierno del Estado de México, me aseguraron que el gobernador Alfredo del Mazo y el Comité Directivo Estatal, porque el CEN de Alejandro Moreno parece estar ausente, ya tomaron la decisión de que Alejandra del Moral, exdirigente tricolor en la entidad y ahora secretaria de Desarrollo Social, sea la abanderada para enfrentar a Delfina Gómez en los comicios para la renovación del Ejecutivo. La exclusión, a simple vista, de Ana Lilia Herrera obedecería, a su cercanía con Arturo Montiel Rojas. Nada es comprobable.
Y para corroborar la información tuve oportunidad de hablar con un personaje cuyo nombre me reservo, muy cercano a los movimientos políticos que se realizan en el PRI y me informó que “hasta hoy -ayer domingo- no está clarificado”.
Lacónica respuesta que podría estar relacionada con la decisión del mandatario. O probablemente, en efecto, las negociaciones no han llegado a su fin y no hay una decisión tomada.
La sorpresiva aparición de David López Gutiérrez -quien fuera el vocero del presidente Peña Nieto y uno de los más influyentes en su gobierno- hace cuestión de un mes, cerró las puertas de la coalición Va Por Edomex.
Señaló que el PRI no se aliaría con nadie para competir en las próximas elecciones a celebrarse el primer domingo de junio del próximo año.
Como se sabe, el Edomex es la joya de la corona en materia electoral. Cuenta con 13 millones de ciudadanos en edad de votar y desde siempre se le consideró el laboratorio para pulsar el empuje de su mandatario saliente y poder ser contemplado a la candidatura presidencial.
EL próximo año no será la misma situación. Alfredo del Mazo Maza no tiene la mínima posibilidad de encabezar a su partido o, en todo caso, a la coalición formada por PAN, PRD y quien sabe si para esas fechas el PRI permanezca en ella.
Hasta ahora ha quedado claro que el gobernador se conforma con salir airoso de su gestión y que la justicia no lo persiga como a todos aquellos que, como adversarios políticos -y algo más- del presidente de la República, les ha ido. Mucho se habla de que a cambio de no intervenir en la elección y reconocer el triunfo de Delfina Gómez, aceptaría una embajada. Nada se ha confirmado, por supuesto.
Al rendir su quinto informe de gobierno, las entrevistas radiofónicas y de prensa escrita -escasa presencia en las televisoras- estuvieron en constante difusión la tarde del pasado 12 de septiembre.
En una de ellas, el periodista José Cárdenas le preguntó si aspiraba a participar en la contienda del 2024 a lo que respondió: mi compromiso es con el Estado de México… por ahora.
La tibieza con la que ha gobernado permitió que Morena se posesionara y avanzara a pasos agigantados mientras el PRI deshojaba y deshoja la margarita.
Nadie entiende su postura. Hay ocasiones en que se presume desdén por encontrar quién lo suceda y que el PRI retenga la importante entidad, no solamente en el rubro electoral sino en el económico.
Su gobierno no ha sido ejemplo de eficiencia. Sustentado solamente en su programa de la “tarjeta rosa”, no ha permeado entre los ciudadanos.
Dejar para el último momento la nominación de la candidata le restará tiempo de promover lo que ha sido actuar en 5 años y seguramente un par de meses más.
¿Tiene metidas las manos el expresidente Peña Nieto? La declaración de David Gutiérrez apuntaría a un sí definitivo.
¿Y Del Mazo cuenta o no para definir a quien compita para sucederlo?
Su actuar mostraría un no rotundo.
Son especulaciones. Todavía. Sin embargo, el reloj no se detiene y mientras más tiempo pase y la indefinición se mantenga, el nerviosismo entre los priístas aumentará y ya hay quienes se quieren pasar a la carpa guinda.
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