El presidente Andrés Manuel López Obrador desmintió que sufra alguna enfermedad que ponga en peligro su vida.
Esta mañana disipó las versiones sobre padecer una supuesta enfermedad que pone en riesgo su vida y criticó a quienes en las redes sociales le desean la muerte.
“Algunos casi ponían ahí ‘ayúdanos diosito’. Entonces yo digo: ¿cómo van a la iglesia y a los templos? ¿Qué no nos enseñaron que no debemos desearle la muerte a nadie? ¿Dónde está el humanismo? Se eclipsa por el fanatismo, por lo ideológico, por lo dogmático”, señaló.
Incluso ironizó que le gustaría ser enviado al infierno solo para poder descubrir a cuántos de esos “santurrones” se encontraría.
“Estaba yo leyendo lo de mi enfermedad supuesta, de gravedad”, dijo en su conferencia matutina desde Palacio Nacional. Ironizando que “estaba yo apunto de irme al otro mundo, algunos decían ‘al infierno’. Nada más por eso me gustaría ir al infierno, para ver cuántos de estos me encuentro por allá, santurrones hipócritas”.
Puntualizó que “no es posible que se actúe de esta manera, que se le desee el mal a nadie. El ejemplo para sus hijos, ¿cómo se van transmitiendo estos horrores de generación en generación?”. Si bien también celebró que, por fortuna, “es muchísima más la gente fraterna, solidaria”.
López Obrador insistió en que “no hay que permitir que se endurezca el corazón”, argumentando que “mientras tengamos sentimientos y seamos capaces de entristecernos por lo que le sucede al prójimo y tengamos compasión y bondad, vamos a ser muy felices, mucho muy felices. Lo otro es amargura, odio, son instintos, ahí sí, malignos”.
Foto: web