Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Había levantado la mirada para seguir el dedo índice que señalaba: Seré el forjador de la paz mundial.
Pensó para sí: nadie pensó en que sería capaz de exhibir la ineficiencia de la Organización de las Naciones Unidas y menos que “la pusiera en su logar”.
Se decía a sí mismo: “soy un genio”
Todos -excepto 190 representantes de otros tantos países- aplaudieron como focas. ¡Hasta que alguien les dijo la verdad!
Y con los aplausos silenciosos, el iluminado entendió que era ÉL quien impondría la paz en el mundo y que todos los seres humanos se amen, dejen de ser aspiracionistas, soberbios, deshumanizados y, finalmente, los pobres no lo serían más.
Se dijo para sus adentros: alguien les abrió los ojos y pronto todos los líderes mundiales vendrán a México y me rendirán pleitesía.
De pronto alguien le tocó el hombro y cariñosamente lo despertó.
¡Ya es hora de tu mañanera!
Intentó despejarse -no dejar de ser peje- y abandonar la modorra. No era posible que estuviera cobijado por Morfeo y que le haya hecho la jugarreta de ilusionarlo.
¡”Qué venga Jesús”! -su empleado, no el que habita en el Cielo- y de inmediato sus esclavos corrieron por Chucho.
¡Qué diablos pasa!, le espetó.
¿De qué amado señor?, respondió el que trabaja de heraldo clamando las proclamas del iluminado.
¿Cómo qué pasa?
Chuchín no salía de su asombro. EL amo estaba seriamente irritado. Ordenó a gritos: mi celular: mi celular, mi celular.
Y comenzó a leer un tuit en otro idioma…¿qué carajos dice aquí?
Le dijeron que usara la aplicación que traduce automáticamente… titubeó… le pidieron el teléfono -un Smartphone de 60 mil pesos- lo actualizaron y todo salió en español.
“El plan de paz que propone el presidente de México es el mismo de Rusia… quiere ayudar a los rusos…
¿Quién carajos dice eso?, le preguntó a su empleado.
Es el asesor en jefe del presidente de Ucrania.
Ah, susurró.
Y comenzó a escribir un tuit desde su cuenta personal: es rechazada por sectarismos o intereses de élite.
Sonrió y apretó: enviar
Supuso que quienes se oponen, no saben leer y tampoco les importa la paz. Son sectarios y solo les importa producir armas para ganar dinero con el dolor de los pobres.
Por eso repito el discurso del 16. Está completo. Deben entender. Deben leerla. Porque, sin duda, no la han leído.
Esta mañana habrá disparos contra quien osó desafiar la sapiencia pacifista del iluminado que espera ser reconocido como el líder de líderes -algo así como el Rey de Reyes- y que, al verse rechazado, ya preparó la cartuchera de su 30-30 -sumamente modernizada- para que alcance el blanco hasta Kiev.
¡Eso es misil trasatlántico!
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