El director de cine no terminó una forma del cine, sino que se habilita un mito para el futuro: el mito de alguien que durante 70 años reinventó al cine y lo destruyó sucesivamente, primero desde la crítica escrita y luego desde la crítica filmada. Que eso no descanse en paz.
Después de que su muerte fuera dada a conocer, el presidente francés Emmanuel Macron, le dedicó unas palabras.
“Fue como una aparición en el cine francés. Después se convirtió en un maestro. Jean-Luc Godard, el más iconoclasta de los cineastas de la nouvelle vague, había inventado un arte resueltamente moderno, intensamente libre. Perdemos un tesoro nacional, una mirada de genio”, mencionó Macron a través de Twitter.
Fue el diario Libération el medio que reportó la muerte de Jean-Luc Godard-
De acuerdo con un allegado a su familia, el cineasta no estaba enfermo, solo se encontraba agotado, así que “tomó la decisión de acabar, era su decisión y era importante para él que se supiese”, dijo.
Godard, padre de la nouvelle vague, era el último sobreviviente de esta corriente de cineastas de principios de los años sesentas, que revolucionaron el séptimo arte con una nueva manera de contar las historias.
Jean-Luc Godard, cuya consagración vino con su inicio en el cine con el filme Al final de la escapada, cambió la manera de hacer cine al rodar con cámara en mano, usar el estilo documental o saltar de un plano a otro.
Junto a cineastas como François Trufffaut, Claude Chabrol, Éric Rohmer, Alain Resnais y Jacques Rivette, rompieron las formas de hacer cine, hasta ese momento, en Francia.
Sin embargo, en las décadas siguientes, cambió de estilo rompiendo con el anterior una y otra vez, atravesando incluso por una etapa maoísta.
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