Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Pudo más la presión presidencial que la independencia de un Poder.
Algunos chispazos.
Por ejemplo, el ministro Javier Laynez Potisek dijo que haber ampliado la lista de delitos a los cuales se puede aplicar la Prisión Preventiva Oficiosa “es un fraude a la Constitución”.
Casi todos coincidieron: sí es posible poner reglas a la PPO, tomando como base los derechos humanos garantizados en la Constitución.
Y nada más.
Mientras los ministros 7 y las ministras 4, hacían sus exposiciones, en Palacio Nacional se frotaban las manos y en Bucareli se escuchaba: Misión Cumplida.
Había la esperanza en los juristas que la coincidencia de revisar los delitos añadidos al artículo 19 constitucional, fueran eliminados y que unas 7 mil personas que se encuentran en las cárceles del país desde hace meses sin ser vinculadas a proceso, quedaran en libertad condicional.
No ocurrió.
Y genera duda el razonamiento de los integrantes del Pleno del Poder Judicial Federal.
Antes de que el presidente López lanzara sus amenazas, porque eso fueron y lo demostró al dar a conocer nombres de jueces “a los que estamos investigando”, había un ambiente casi de consenso por el proyecto del ministro Luis María Aguilar.
Y eso no agrado al huésped temporal de Palacio Nacional.
Comenzaron las presiones. Sin ir a ve a los togados, como diría el presidente. “Los presiono, sí, desde aquí -la mañanera- porque son muy buenos abogados, pero están alejados del pueblo”.
Antes se había dirigido a sus propuestas para ocupar las 4 plazas que se abrieron en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y en un reconocimiento insólito, porque no lo había hecho en 3 años y 10 meses de gobierno, dijo: “me equivoqué, ya por el cargo o porque olvidaron el proyecto de cambiar todo lo malo en el poder Judicial”, palabras más, palabras menos”.
Seguramente sus cuatro propuestas que hoy forman parte de la nómina, “reflexionaron” y entendieron que están en sus cargos por obra y magia de su bienhechor.
Y actuaron en consecuencia.
Las opiniones están divididas en el mundo jurídico y académico, no así en el núcleo presidencial, en donde todo fue sonrisas y no solamente de alegría sino de burla.
Como dirían los clásicos: el Poder no se comparte.-
Y menos en la cuatroté, en donde se afianzó el “poder de los poderes” y ya demostró que controla el Legislativo y ahora el Judicial.
¿Existe alguna duda de que no se retirará en 2024?
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