Consecuencias de un Modelo de Seguridad Elaborado “al Aventón”

A la Vuelta de la Esquina

IVAN RUIZ FLORES

El modelo de seguridad en México siempre ha sido el clavo en el zapato. Lo diseñan al aventón y sin conocimientos. 

Gobiernos pasan, prometen, fracasan, no lo admiten y la situación empeora. Y eso sucedió en el siglo XX y en lo que va del XXI.

Pero la situación en la actualidad empeora en todos los rubos acentuadamente en los feminicidios y agresiones contra la mujer. 

De ahí que el planteamiento hecho por Michelle Bachelet, a unas horas de decir adiós a su nombramiento en la ONU, sea basado en la triste realidad mexicana, en la cual pareciera que cada organismo en la materia hace lo que le viene en gana. La consecuencia es que los mexicanos vamos a la deriva esperando la denominada “Buena de Dios” para que no nos pase nada. Para las mujeres es peor.

“México es un país que merece revisar su modelo de seguridad”, señaló la chilena, quien estuvo al frente de la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU durante cuatro años que se cumplieron el pasado día primero de septiembre. Llegó en 2018.

Y aunque ella tenga la razón, años y gobiernos han pasado y la seguridad va de mal en peor en el país, hoy no solamente por la acción del crimen organizado, sino por los cientos de desapariciones, así como los feminicidios, agresiones hacia las mujeres que, por cierto, en este año se han incrementado.

Las acciones en contra de las mujeres sobresalen no sólo por sua abultadas cifras, sino porque ocurren en todas las entidades de la República.

El primer semestre de 2022 fue fatal (y el segundo amenaza con ser peor). Pero, por ejemplo, datos oficiales han revelado que los feminicidios sumaron en el primer semestre: 79 en enero, 83 en febrero, 75 en marzo, 83 en abril, 84 en mayo y 89 en junio. 

El siguiente semestre empezó también nutrido: 54 en julio, aun no dan a conocer los datos de agosto.

La esperanza es que no ocurra lo que en 2020 cuando (de acuerdo al INEGI): “Los delitos contra las mujeres (273,903) registrados en las investigaciones y carpetas de investigación abiertas y averiguaciones previas iniciadas en 2020 representan 14.8% del total de delitos (1,856,805). 

“De estos, resalta que 80.4% corresponden a delitos de violencia familiar, donde la víctima más frecuente es una mujer. En un porcentaje significativamente menor se encuentran los delitos sexuales: abuso sexual (8.4%), violación simple/equiparada (6.6%), acoso sexual (2.0%) y hostigamiento sexual (0.7%)”.

¿CUÁL ES LA RAZÓN

DE TANTO ODIO ?

¿Por qué el odio contra la mujer?

Si bien el asunto es mundial, en el caso de México el gobierno ha señalado cuatro tipos de feminicidio:

1.- Íntimo y familiar 

Mientras que los feminicidios familiares son cometidos por varones dentro de su familia cercana o extendida, el concepto “feminicidio íntimo” suele usarse para hablar del asesinato de la pareja o la ex pareja, independientemente de la relación legal entre las dos personas. El feminicidio íntimo se relaciona con el consumo de alcohol y otras sustancias y supone un 35% de todos los asesinatos de mujeres (no sólo los cometidos por hombres), lo cual lo hace el más frecuente de todos los tipos de feminicidio. 

El asesinato por honor es un tipo especial de feminicidio que se comete contra mujeres de las que se dice que han deshonrado a la familia. Entre los motivos más habituales de “deshonra” se incluyen ser víctima de violación y ser acusada de adulterio. Asimismo en India, Irán, Pakistán y Bangladesh se perpetran asesinatos por dote. Tras el matrimonio, la familia del marido acosa y tortura a la esposa como método de extorsión para conseguir una dote mayor. En estos casos la mujer puede ser empujada al suicidio o morir asesinada, frecuentemente quemada viva cuando su familia no accede a pagar. 

2.- Lesbicidio 

No es difícil encontrar periodos históricos en que el asesinato de mujeres como castigo por ser homosexuales fuera legal. Por ejemplo, en la Francia del siglo XIII se aprobó una ley según la cual a las mujeres se les debía amputar una extremidad las dos primeras veces que tuvieran sexo con mujeres, mientras que a la tercera debían ser quemadas. Un crimen similar y frecuentemente unido al lesbicidio es la violación correctiva; consistente en abusar sexualmente de una mujer homosexual con el objetivo de hacer que se comporte como si fuera heterosexual o simplemente como castigo. Es una manera de intentar imponer un supuesto «orden natural» mediante la violencia y el poder. 

Hoy en día la homosexualidad, tanto en mujeres como en hombres, sigue siendo condenada por la mayoría de religiones y es ilegal en países como Irán, Libia, India, Pakistán, Marruecos y Nigeria. Estas condiciones favorecen la violencia contra personas homosexuales, ya que la legitiman desde las instituciones.

3.- Feminicidio racial 

En los feminicidios raciales el componente de género se suma a un factor étnico: en estos casos el asesino mata a la víctima tanto por ser mujer como por tener rasgos culturales y físicos diferentes a los suyos. Se trata de una mezcla de elementos que generan odio de manera totalmente irracional, aunque culturalmente inducido por dinámicas históricas de discriminación. 

En este tipo de asesinato el racismo no sólo influye en la comisión del crimen, sino también en que el hecho de que la víctima sea de una etnia menos valorada socialmente puede interferir en la resolución del caso, en el proceso legal y en la imagen que los medios dan de la fallecida. 

  1. Feminicidio en serie 

Este tipo de feminicidio suele darse cuando un varón mata a mujeres de forma repetida para obtener placer sexual sádico. En general estos asesinatos se producen por trauma o por asfixia. Las víctimas de feminicidios en serie, como el resto de feminicidios no íntimos, son más frecuentemente mujeres que trabajan como camareras o como prostitutas. En ocasiones se atribuye el feminicidio en serie a la pornografía, en especial a aquella que erotiza la violencia. Desde una perspectiva de género, esto puede deberse a la normalización de la violencia que se produce en estas piezas de ficción. No obstante, esta relación no ha sido demostrada por el momento. 

Es probable que el uso de estos materiales no sea un factor que predisponga a la realización de los crímenes, sino que forme parte del proceso de preparación a través del acto de fantasear con violaciones y asesinatos.

Es posible que en tal análisis el gobierno se haya quedado corto y falten un sinnúmero de elementos para tratar de entender por qué tantos asesinatos y agresiones en contra de la mujer mexicana.

Mientras, ojalá y los involucrados en la seguridad en México inicien revisiones serias y que no sean fantasiosas para avanzar en esa y en las demás materias de violencia que padecen los mexicanos.

 

 

 

  

 

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