Gerardo Martino siente la desilusión de la gente para la Copa del Mundo de Qatar 2022, pero con resultados como el que México obtuvo contra Paraguay no le benefician y más cuando sale abucheado del estadio.
La selección jugo bien mucho tiempo, eso es cierto, pero no le alcanzó para marcar esa diferencia en el tablero, la destacada actuación de Antony Silva truncó al menos cuatro goles aztecas.
La selección de Paraguay se quitó de encima a los tricolores, hirió y luego obligó a México a remar contracorriente. El Tricolor le puso corazón al juego, buscó el empate, pero la pólvora estuvo seca. La derrota 0-1 pega en el ánimo de los verdes a pesar de haber sido superiores, algunos jugadores ganaron bonos para seguir en la pelea por un lugar en el Mundial, mientras que otros como Uriel Antuna y Jesús Angulo restaron sus oportunidades.
El director técnico del tricolor Gerardo Martino tiene que sentarse a analizar el juego y sacar sus conclusiones.
La selección perdió y todo lo bueno que mostró en el juego de poco sirvió. La gente en Atlanta se metió con Gerardo Martino, emitió la palabra prohibida y terminó molesta. El Tricolor sumó otro mal resultado que agiganta ese desánimo a menos de tres meses para el Mundial.
Lo único que mostro México fueron como 10 minutos intensos, agradables, jugadores como Luis Chávez, Luis Romo y Kevin Álvarez jugaron para mostrarse, ellos saben que los espacios para que los vea el Tata cada vez son menos. Los tres le supieron sacar jugo al partido en Atlanta.
El tricolor tuvo múltiples ocasiones para abrir el marcador, pero Antony le sacó tiros a Jesús Gallardo, Luis Chávez, Roberto Alvarado y Alexis Vega. El portero de Puebla fue el mejor elemento en el campo.
Paraguay no mostró muchas cosas, pero un remate de Derlis González luego de un remate en el poste de Carlos González fue suficiente para encender la hoguera en México.
Martino debutó a Emilio Lara, les dio minutos a jugadores como Luis Reyes y Fernando Beltrán, pero el resultado opaca todo.
La selección perdió contra la Albirroja y el pesimismo que percibe el Tata crece.