La Máquina buscó pitar, recuperar el camino, pero Xolos demostró que no es casualidad su buen paso en el certamen y se llevó el triunfo del Azteca por 1-2, por lo que el proyecto de Diego Aguirre se tambalea, la afición comienza a cansarse, abucheó todo lo que pudo y peor todavía se le viene el América el fin de semana.
Tras polémico duelo contra Toluca que quería olvidar, si bien le perdonaron la roja a Sebastián Jurado, quien fue titular esta noche, la derrota nadie se la quitó, por lo que la obligación todavía era más frente a Xolos, que no vencía a los cruzazulinos de visita desde hace seis años y eso aquella vez sucedió en el estadio Azul.
El equipo de Cruz Azul requería pitar fuerte para recuperar ánimos luego de dos descalabros en fila para llegar de la mejor manera al clásico joven frente al América y así lo entendieron los dirigidos de Diego Aguirre, quien no estuvo en el banquillo por la expulsión ante Diablos Rojos y las indicaciones de cerca con los jugadores fueron a través del auxiliar Juan Verzeri.
El que quiso hacer la diferencia fue Ignacio Rivero, fue el encargado de tomar las riendas en media cancha, pero sin acompañante fue muy difícil. El local simplemente no se encuentra cómodo. Con poca claridad para llegar a la meta de Jonathan Orozco con balón controlado, tuvo que ser en una jugada detenida la vía para que La Máquina se pusiera en ventaja, precisamente con un buen gol de tiro libre de su mejor elemento, el uruguayo Rivero. Pero todo fue un espejismo.
Pero les duró poco, Ramiro Funes Mori se encargó de igualar el partido. El Mellizo, quien apenas ante Diablos se estrenó como goleador, ahora hizo un autogol. Luz y sombra para el estelar defensa pampero de Cruz Azul en apenas dos encuentros. Xolos con muy poco tenía el premio.
La anotación apaciguó a los de La Noria, que no tuvieron respuesta, ni el debut de Michael Estrada ayudó. Fue titular en busca de ser la solución al ataque, tras la salida de Santiago Giménez. El ecuatoriano anotó en el segundo lapso, pero fue anulado por un apretado fuera de lugar, después salió de cambio, sin mucho que ofrecer.
los de la frontera apostaron por acomodarse bien atrás y en un descuido buscó dañar más a Cruz Azul, tal vez el único equipo al que le afecte hasta ir arriba en el marcador. El plan le salió a Valiño. En una descolgada los visitantes dieron vuelta al marcador con el tanto del recién ingresado Franco Di Santo.
Hubo acercamientos, Carneiro rozó la igualada, pero Orozco evitó el festejo de los cruzazulinos, quienes en la tribuna no ocultaron su descontento sabedores que significó la tercera derrota en fila, están fuera de la zona de repesca y el sábado enfrentarán a las Águilas, que recién exhibieron a Pumas y a su dolor de cabeza Pachuca para asustar todavía más a Cruz Azul, aunque todo se deberá escribir en el terreno de juego.