División del SNTISSSTE: Riesgo de no Optar por el Diálogo y la Concertación con la Oposición 

Los Privilegios del Poder

VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y ARNOLDO PIÑÓN

El resultado de las elecciones de dirigentes en las 48 secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE), en las que la oposición triunfó en una tercera parte de las 48, debiera ser el parteaguas para que la gestión de la doctora Norma Liliana Rodríguez Argüelles asuma una posición de diálogo con el objetivo de alcanzar acuerdos que permitan la unidad.

El mayor riesgo que ese sindicato enfrenta, es la división, a la que se le condenará en caso de persistir la actitud de exclusión. Los ganadores no deben quedarse con todo y los perdedores sin nada.

En el comité ejecutivo nacional hay personajes que ocupan posiciones relevantes pese a haber perdido las tres elecciones realizadas durante el año. Uno de ellos es Cosme González, actual secretario de acción política, que no ha obtenido una Victoria en el hospital general “Dr. Darío Fernández”.

Otro es Armando Brito, secretario de capacitación y productividad, cuya sección en Chihuahua, es una de las que quedó en poder de la oposición, la cual no está en la dirigencia que encabeza la doctora Rodríguez Argüelles. Su suplente, es Mario Carlos Acosta Uribe, que acaba de sufrir una contundente derrota en la elección por la dirigencia.

Podrá argumentarse que el estatuto sindical no contempla la representación minoritaria, lo cual si bien es cierto, no deja de ser profundamente antidemocrático e injusto, y deriva, sin duda, en una irritación creciente que se reflejará en caso que se concrete la creación de un nuevo sindicato en el ISSSTE, como son las intenciones de Hilario Ramírez Chávez.

¿No es inequitativo que Ramírez Chávez, quien obtuvo 24 mil 400 votos reconocidos por el comité nacional electoral, no figure en la dirigencia sindical, mientras otros que carecen de representatividad ostenten cargos de relevancia, como son los casos de Claudia Medina, Gabriela Eugenia Barragán Galindo, Alberto Noe Berumen y muchos más que no han recibido el voto de los trabajadores?

¿A quién representa Raúl Arellano Sánchez para ser secretario de asuntos operativo, administrativo y de servicios? A ese personaje lo persigue una muy mala fama acumulada durante los nueve años que se desempeñó como oficial mayor del SNTISSSTE.

Lo mismo ocurre con Edmundo Ulises Cortes Sagredo, que es secretario de relaciones sindicales nacionales e internacionales, pese a que desde hace años está convertido en un burócrata del sindicato, lo que le permitió ocupar, durante nueve años, posiciones en la comisión de auxilios, con la familia García Culebro.

La enfermera Virginia Altamirano Mendoza carece, desde hace años, de representatividad en la sección V Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”. En la elección por la dirigencia, apoyó a la doctora Leticia Ulloa, y obtuvieron un muy lejano tercer lugar respecto a Eduardo Salazar, de la planilla rosa que con 905 votos se alzó con el triunfo.

¿Que justifica que la señora Rocío Monroy Gómez ocupe la estratégica Secretaría de Bolsa de Trabajo en la CDMX? ¿Haberse declarado contraria de Ramírez Chávez? En la elección por la dirigencia sindical de la sección 1 “Oficinas centrales” obtuvo 250 votos, contra los 770 con los que triunfó Jesús Rodríguez Méndez.

¿La señora María de Lourdes Leyva Gómez es secretaria de premios estímulos y recompensas por la cercanía que mantiene con la doctora Rodríguez Argüelles? Igual que Cosme González, es de las grandes perdedoras en elecciones de su sección, la del hospital general “Gral. José María Morelos”.

Otros más: Victoriano Borgo Moreno es secretario de ajustes y presupuestos. Junto con su suplente, Ubaldo Ignacio Guzmán Pacheco, han perdido las últimas elecciones de su sección, la de Sonora.

En la elección de delegados al congreso de toma de posesión de la doctora Rodríguez Argüelles, los hermanos Francisco Enrique y Erick Arturo García Salamanca Varela -hijos del cacique Francisco García Culebro- perdieron. Aun así, son secretarios de acción juvenil y de estancias de bienestar infantil.

Son de los casos de excepción, porque el 8 de agosto lograron ganar la secretaría general seccional.

Igual de inequitativa que el que gane, así sea con un voto -en la sección de Yucatán la oposición perdió solo por tres sufragios- se lleva todo, es antidemocrático que en las elecciones hayan tenido como autoridades a integrantes de las planillas oficiales.

Sólo un ejemplo: en la sección VI “Estancias de bienestar infantil” de la familia García Culebro, la presidenta del comité electoral seccional fue Pamela Dominique Aguilar Figueroa, que a la vez fue candidata a secretaria general adjunta en la planilla de Erick Arturo García Salamanca Varela, de la planilla oficial; y Andrea Montserrat Flores Peña era secretaria en ese comité, y fue incluida para ocupar la Secretaría de Educación Sindical.

El conflicto de intereses debiera ser causal para negar el registro a la planilla que lo cometa. El corrupto de Alberto Noé Berumen, secretario del comité nacional electoral, en exhibición de cinismo o ignorancia, lo justificó con el argumento que en estas elecciones seccionales se definiría a los integrantes por periodo de cuatro años.

La oposición -el núcleo es Ramírez Chávez-, ganó en unas 15 secciones, es decir la tercera parte de las que integran el SNTISSSTE. Lo que es una injustificada persecución emprendida en su contra -el congreso de junio, además de ser violatorio del estatuto, no inició trabajos el día que estaba programado-, lo victimiza y justifica que organice un nuevo sindicato.

A la doctora Rodríguez Argüelles le corresponde tender puentes de acercamiento. No hacerlo, puede provocar una profunda división. De ahí que la presidenta del SNTISSSTE asuma el diálogo, como un arma que evite el debilitamiento de ese sindicato. Ojalá lo haga.

 

 

 

 

 

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