China puede estar «tomando posiciones» para una demostración militar de fuerza cerca de Taiwán antes de una eventual visita a la Isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, dijo el lunes la Casa Blanca.
China «parece estar tomando posiciones para dar potencialmente un paso más en los próximos días», dijo a los periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Esto «podría incluir provocaciones militares como disparar misiles en el Estrecho de Taiwán o alrededor de Taiwán», afirmó, o «entradas aéreas a gran escala» en la zona de defensa aérea de Taiwán, una isla reivindicada por Pekín.
«Las acciones de Pekín podrían tener consecuencias no buscadas que solo sirven para aumentar la tensión -destacó-. Mientras, nuestras acciones no son amenazantes».
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró este lunes que no sabe si la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitará finalmente Taiwán, pero pidió al Gobierno chino que actúe con «responsabilidad» y no eleve la tensión si ese viaje se produce.
Blinken, en declaraciones a los periodistas en la sede de Naciones Unidas, subrayó que la decisión corresponde únicamente a la líder del Congreso, que es una «rama independiente» del Gobierno, aunque recordó que hay muchos precedentes de visitas parecidas por parte de legisladores estadounidenses.
«Así que si (…) decide ir y China intenta crear algún tipo de crisis o elevar las tensiones, eso sería culpa de Pekín», opinó el jefe de la diplomacia de EU, que confió en que las autoridades chinas «actúen con responsabilidad».
La presidenta de la Cámara de Representantes arrancó este lunes en Singapur una gira por Asia, marcada por la incógnita de si incluirá una polémica visita a Taiwán.
Pelosi estará en Singapur hasta el martes para viajar después a Malasia, Corea del Sur y Japón, pero su oficina ha rechazado confirmar por motivos de seguridad si, como se ha rumoreado, viajará también a Taiwán.
La de Pelosi sería la primera visita a Taiwán de un presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU. desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich viajó a la isla.
El Gobierno chino ha dejado claro que percibe el viaje como una amenaza, y el portavoz de la Cancillería, Zhao Lijian, advirtió que el gigante asiático «responderá con firmeza» a lo que considera una provocación, y que EE.UU. tendrá que «asumir todas las consecuencias» que surjan de la posible visita.