Durante su visita al oeste de Canadá, el papa Francisco celebró este martes una gran misa masiva en el estadio de Edmonton, un día después de pedir perdón por el “mal” causado a los pueblos indígenas del país.
Bajo un cielo nublado, miles de personas acudieron al Commonwealth Stadium de Edmonton, donde el pontífice pronunciará una homilía; su tercer mensaje desde el inicio de su visita el domingo.
Minutos antes de la llegada del papa, las gradas estaban medio vacías, muy lejos de las 63 mil personas esperadas por los organizadores, en un ambiente apagado que contrasta con el habitual clima festivo de estas grandes concentraciones.
Durante su primer discurso el lunes, Francisco, de 85 años, pidió perdón por las décadas de abusos cometidos en escuelas residenciales para niños indígenas gestionadas por la Iglesia católica en Canadá.
“Pido perdón por la forma en la que muchos miembros de la Iglesia y de las comunidades religiosas cooperaron, también por medio de la indiferencia, en esos proyectos de destrucción cultural y asimilación forzada”, dijo.
Pese a que minutos antes las gradas estaban medio vacías, muy lejos de las 63 mil personas esperadas, el estadio se terminó llenando / Foto: AFP
Este martes, en la continuación de un viaje que él mismo calificó de “peregrinación penitencial”, saludará a los feligreses a bordo de su papamóvil, pese a los dolores en la rodilla que le obligan a usar bastón o silla de ruedas y limitar sus movimientos. “Es una oportunidad única en la vida”, dijo Mary, mientras los cánticos tradicionales resonaban en el estadio, en presencia de muchos policías.
El líder espiritual de los cerca de mil 300 millones de católicos del mundo viajará luego al lago Saint Anne, ubicado unos 80 kilómetros al oeste de Edmonton, uno de los principales lugares de peregrinación de América del Norte. Cada año, desde fines del siglo XIX, miles de peregrinos acuden para bañarse y rezar en las aguas de este lago que según los nativos tiene propiedades curativas.
