La dirigencia nacional del PAN consideró que “al declarar la construcción del Tren Maya como un asunto de seguridad nacional, el gobierno busca ocultar gasto público y evitar cumplir las normas ambientales, dándole la vuelta a los amparos judiciales promovidos por organizaciones de la sociedad civil, quedó absolutamente claro que para este gobierno autoritario lo único que importa es que se haga la voluntad de quien ocupa Palacio Nacional.”
El dirigente Nacional del PAN, Marko Cortés, consideró que continuar los trabajos de construcción en el sureste, al gobierno morenista “no le importa incumplir las normas de protección al medio ambiente, ni incurrir en desacato, ni gastar tres veces más el dinero público en su proyecto indefendible en los tribunales.
“Además de incurrir en desacato al Poder Judicial y burlarse de los mexicanos, la tramposa maniobra del gobierno de López Obrador es para ocultar toda la corrupción que hay detrás del Tren Maya. Esta obra no tiene nada que ver con la seguridad nacional del país, solo es un capricho más del presidente, como ocurrió con el aeropuerto de Santa Lucía que no les importó si funcionaría o no.”
El michoacano, reiteró que el Ejecutivo Federal mandó “al diablo” las instituciones, “al no respetar el amparo concedido por un juez para frenar las obras del Tren Maya ante la inobjetable destrucción de la flora y fauna en el tramo 5 de la obra”.