*Seguramente el Presidente López Habría Preferido 1976 ó 2006
*Nos Gobierna con un Estilo Cercano al Autoritarismo e Intolerante
*Hace 16 Años Estarían en el Círculo Cercano los Mismos Actores
POR EZEQUIEL GAYTÁN
Una de las preguntas de ficción que nos han hecho o hemos planteado en charlas entre amigos es ¿en qué época te hubiese gustado vivir? Algunos contestan que en la actual. Otros hemos respondido en el mundo de las distopías acerca de alguna época y algún lugar. Por supuesto que es una pregunta que se presta a la literatura y cuando imaginamos ese viaje en el tiempo y en el espacio lo hacemos con la premisa del previo conocimiento. Es decir, podríamos estar por ejemplo en Jerusalén en el año 33 de nuestra era y con nuestros conocimientos actuales ser testigos de uno de los parteaguas en la historia de la humanidad. Hay quien propone ese viaje bajo la condición de ocupar un lugar designado de observador y, de ser posible, escoger bando y posición socioeconómica privilegiada.
Las condiciones del juego son las de no cambiar el rumbo de los acontecimientos y dejar que ocurran sin interferencias. Aunque en algunos casos hay quienes si quisieran cambiar la historia. Por ejemplo, impedir el ascenso de Mussolini o de Hitler o de Stalin al poder o evitar asesinatos como los de Francisco Madero, Venustiano Carranza o Martin Luther King. La idea del juego es estar cerca de los personajes y hechos históricos y conocer “la verdad de cerca”.
Soñar despierto y reescribir la historia es un anhelo humano, pues en el fondo lo que hacemos es manifestar el rechazo de nuestra realidad, es pretender un desenlace diferente al que vivimos y concebir un mundo mejor o por lo menos diferente. Pero sabemos que eso es imposible y que las decisiones que tomamos tienen consecuencias impredecibles, pues lo que hagamos o dejemos de hacer en el presente habrá de ser la historia del futuro.
Estoy en el lugar que escogí y, es cierto, pude irme de la ciudad de México, pude vivir en el extranjero y pude tener otras amistades. Pero no cambié de oficio, estoy aquí y asumo mi responsabilidad de ocupar una posición crítica acerca de los asuntos del poder en favor de mi país. Critiqué al monopartidismo, critiqué la falta de espacios democráticos, critiqué al panismo ya ahora al partido Morena hecho gobierno, pues lo hago con la intención de que se mejore nuestra Administración pública y tengamos un país mejor.
La pregunta para fines prácticos, allende la literatura fantástica y de ficción es ociosa, porque nuestra realidad es que el presidente López Obrador ganó la elección, nos gobierna con un estilo cercano al presidencialismo autoritario, es intolerante, vanidoso, le molesta saber que es huésped temporal en el Palacio Nacional y ya empezó a violar el espíritu de la ley y el principio de equidad democrática para el proceso electoral 2024. Es un hombre al que si le hiciese la pregunta arriba aludida posiblemente me constataría que la actual, pero que hubiese preferido ser el presidente de México en 1976, léase el sucesor de Luis Echeverría Álvarez o tal vez su respuesta sea haber sido el sucesor de Vicente Fox en 2006.
Me queda claro que ya entré de lleno a la literatura de la política ficción y voy a suponer en este cuento fantástico que hubiese llegado con el Partido Revolucionario Democrático (PRD) a la Presidencia en lugar de Felipe Calderón. Entonces las condiciones socioeconómicas del país eran más atractivas que en 2018. Los precios del petróleo beneficiaban al país. Empero, hubiese tenido que enfrentar la crisis económica de 2008, la emergencia sanitaria de la gripa de influenza en 2009, compartido periodo presidencial con George W. Bush un año y con Barak Obama el resto de su gestión. Las tribus del PRD muy posiblemente se estarían peleando el botín de la Administración pública con cuadros improvisados y el presidente López Obrador se hubiese visto en la necesidad de dar un manotazo a fin de poner en orden a los chuchos y a otros líderes, con lo cual seguramente ya hubiésemos tenido tres secretarios de Hacienda, el mismo número en Bienestar y dos en Gobernación. El estilo unidimensional de gobernar probablemente hubiese desembocado en salidas de militantes de ese partido como Porfirio Muñoz Ledo. En esa elucubración supongo que Claudia Sheinbaum hubiese sido titular de la secretaría de Ecología, es un hecho que Marcelo Ebrard el jefe del gobierno capitalino y Adán Augusto López Hernández, gobernador de Tabasco. Así que la sucesión presidencial de 2012 tendría tal vez a los mismos actores más algún otro. La administración de López Obrador sería muy factiblemente conducida desde las conferencias mañaneras repletas de cortinas de humo, pues el crimen organizado creció exponencialmente al final de la gestión de Fox Quesada. Así que el tema de la inseguridad pública sería prioritario. La idea de la centralización del poder y el fortalecimiento en partido de Estado seguiría vigente y predominaría el amarillo y no el color granate.
Mi cuento de política ficción se centra en la idea de que el presidente López Obrador piensa que las circunstancias en el sexenio 2006-2012 fueron menos difíciles que en el suyo. De ahí su enfado y tirria en contra de Felipe Calderón. El hombre de Macuspana vive un pasado oscilante entre haber sido el presidente de la abundancia de 1976 a1982 con la rectoría del Estado omnímodo o el presidente que impidió 12 años de panismo. El caso es que le tocó gobernar bajo otras circunstancias y esas no estaban en su libreto. Sabe que su gobierno ha dejado mucho que desear y por eso en sus discursos mañaneros deja entrever un aire de nostalgia de otras épocas en las que la palabra del presidente y de su partido eran la ley.
López Obrador debe sentirse satisfecho de que llegó a ser presidente de México, pero al parecer no lo está, ya que sigue señalando al pasado y al neoliberalismo de todos los males y se le nota su añoranza del partido hegemónico. No nos gobierna con el rostro del mañana. Pareciera que en algún momento del día se sienta a jugar con sus amigos y le preguntan ¿en qué época te hubiese gustado ser presidente? Y él contesta en 1976 o en 2006.